El primer cine que abrió sus puertas en Pollença se remonta a 1908. El local en cuestión era el Teatro Principal, situado en la plaza Constitución.

Esa misma fecha coincide con el inicio del auge cinematográfico en Mallorca. Y es que después de ese momento se fueron sucediendo la apertura de diferentes salas. En 1932, los locales de Pollença abrieron sus puertas a la novedad del cine sonoro. Los cambios en la industria emergente afectaban también a las salas. Así, mientras unas colgaban el cartel de "cerrado" otras las abrían al público por primera vez. Esa última circunstancia fue la del Cine Capítol, que se inauguraba en 1944.

Cinco salas

En 1950 Pollença alcanzó el máximo número de cines de su historia. Y es que funcionaban al mismo tiempo cinco salas, entre ellas el Cine Capítol y Can Eixut. Las salas en conjunto suponían que un total de 2.117 espectadores en el pueblo y 340 en el puerto tenían lugar si deseaban ver una película en Pollença, Es más, de todas ellas, el Cine Capítol era, junto a Ca´n Eixut, la sala de mayor aforo, pues ambas podían sentar en sus butacas a 600 personas cada uno.

Hacia 1947, Rafel Salas Vilanova había comenzado un proceso de concentración empresarial, creando una enorme red de cines a lo largo de la isla, lo que le llevó, ese mismo año, a adquirir el cine Capítol. Años después, en 1956, su hijo Rafel Salas Llompart continuó con el negocio, llegando a convertirse en el mayor distribuidor de las islas.

Sin embargo, toda esta época de esplendor de las salas en Pollença se vio truncada con el inicio de las emisiones televisivas en 1956. Este hecho generó que, paulatinamente, los cines fueran vaciándose de los antaño ansiosos espectadores. Solo la época del destape, a finales de los sesenta, supuso una pequeña remontada, aunque la moda no tardó en expirar.