El ayuntamiento de Manacor ya no sabe qué pensar de la conselleria de Educación. Hace años que mantiene con ella una relación tensa debido a los problemas para la remodelación integral de la escuela Mestre Pere Garau de Son Macià: respecto a la fecha de comienzo de las obras, el proyecto y ahora, a consecuencia del silencio del Govern sobre dónde piensa recolocar los alrededor de 120 alumnos que durante el curso que viene se queden sin aulas para dar clase.

Durante la última visita a la ciudad la consellera de Educación, Núria Riera, anunció que el proyecto de construcción de una nueva escuela para el pueblo empezará el próximo mes de junio, y durará hasta el comienzo del curso escolar 2016-2017.

Hace unos meses la Conselleria pidió un lugar donde poder reubicarlos, a lo que la delegación de Urbanismo local respondió con una serie de espacios (entre ellos ca ses Monges), a los que el Govern dijo que no. El Ibisec (órgano de Educación para la planificación de los centros) pide que el espacio que facilite el consistorio conste de tres aulas de Infantil, seis de Primaria, una biblioteca, una sala de profesores, una de desdoblamiento, otra de refuerzo y una sala polivalente, para un total de 566,61 metros cuadrados. A lo que habría que añadir una zona de cátering, comedor, dos patios y un gimnasio opcional.

"Queremos que la Conselleria responda de una vez si quiere un solar dotado de servicios para poner aulas prefabricadas, como así hicimos mientras se construía la escuela del Molí den Xema, para que así podamos empezar a trabajar en ello", explica la regidora Catalina Riera, quien critica la falta de comunicación y de voluntad para llegar a un acuerdo en este sentido. Riera sospecha que la Conselleria quiera, a última hora "y para dejar en mal lugar al Ayuntamiento", distribuir a los alumnos fuera de Son Macià, en los distintos colegios de Manacor. "Tenemos solares y espacios disponibles y queremos que nos informen sobre qué opción quieren para que los niños se queden en Son Macià mientras duran las obras".

El Govern se muestra reacio a habilitar un aulario prefabricado que le costaría aproximadamente 600.000 euros de alquiler por un solo curso.