La tormenta que afectó a parte de la isla la madrugada del martes al miércoles se hizo notar en Porreres. Las fuertes precipitaciones, que dejaron hasta 35 litros de agua por metro cuadrado en poco más de 45 minutos, unidos a la tormenta eléctrica, provocaron una serie de incidentes. El más destacado fue la caída de un rayo sobre el campanario a las 4,12 horas, que destrozó parte de la cornisa por donde pasa el cable de conducción. Los pedazos de marés cayeron en el patio que hay delante de la sacristía, llegando incluso al espacio parroquial (que está justo al lado) donde los alumnos del Colegio Virgen de Montisión hacen sus recreos.

La descarga dañó buena parte de la instalación eléctrica del templo, estropeando el amplificador de los micrófonos, la centralita de los toques de campana, toda la instalación eléctrica que tiene hecha el Ayuntamiento para iluminar el campanario en horas de oscuridad, y una buena parte de las bombillas de bajo consumo que se habían puesto hacía un año, que quedaron fundidas.

Por otro lado, el rayo también afectó a la centralita que Telefónica tiene en el mismo edificio. Lo que hasta última hora del día no se pudo solventar. Muchos de vecinos de la iglesia porrerenca vieron como algunos de sus electrodomésticos dejaron de funcionar. Lo mismo que pasó en determinados momentos con los cajeros automáticos.

Los operarios terminaban ayer sobre las 18,30 de cambiar bombillas interiores y arreglar micros y amplificadores; así como todas las campanas excepto una. La estimación económica de los daños ronda los 4.000 euros.