El ayuntamiento de Valldemossa ha aprobado de manera inicial el catálogo de elementos y espacios protegidos del municipio, que incluye un total de 328 espacios, de los cuales 104 se ubican en suelo urbano y 254, en suelo rústico.

El catálogo incluye el plan especial de protección del lugar histórico de las possessions del Arxiduc Lluís Salvador. Estas medidas de conservación afectan tanto a los inmuebles y a los jardines, como a elementos cuya importancia se define por su relación con el paisaje, como los miradores.

En el caso de estas propiedades vinculadas a la figura del Arxiduc, se distinguen diferentes tipos de protección. Una integral, que abarca todos aquellos bienes con una valoración equivalente a la de BIC (Bien de Interés Cultural). Este tipo de protección afecta a algunos edificios y a todas las capillas y miradores promovidos por el aristócrata.

Elementos del Arxiduc

En esta categoría, se engloban el mirador de Son Ferrandell, el de Puig de sa Moneda, el des Garriguer, los jardines de Son Moragues, la Torre de sa Pedrissa y la caseta refugio de sa Talaia Vella, ente otros espacios.

Dentro de este plan especial, se distinguen también bienes con una protección "integral parcial", que son aquellos monumentos que, "sin tener un valor excepcional", cuentan con un "interés especial por la significación y definición del lugar donde se sitúan", según se puede leer en el catálogo de elementos y espacios protegidos de Valldemossa. En esta categoría de conservación se incluyen la Torre de Can Costa, Son Gallard, s´Estaca y Son Ferrandell, entre otros. En general, entre los elementos a catalogar, el documento elaborado por el Ayuntamiento valldemossí distingue entre arquitectura civil y religiosa, bienes de interés paisajístico y ambiental, caminos, bienes etnológicos, bienes de interés industrial, ingeniería civil y escultura monumental.

En el catálogo de Valldemossa, predominan los exponentes de la arquitectura civil (117 elementos, el 32,7% del total) y los bienes etnológicos como puedan ser las fuentes, las síquies, los molinos, las cases de neu, las sitges, los hornos o los sistemas hidráulicos.

Apertura de tiendas

Por otro lado, la última sesión plenaria de Valldemossa sirvió para que se formalizara que el pueblo sea zona de gran afluencia turística. La medida ratifica una situación que ya se daba de facto, por la cual los establecimientos podían tener abierto durante todo el año, para aprovechar al máximo la llegada de visitantes, como sucede en otras zonas de la isla, según explicó a este diario el alcalde de la localidad, Jaume Vila.