El ´llonguet´ es uno de los símbolos identitarios de Palma y el icono que un grupo de jóvenes inquietos ha asumido como propio para reivindicar una ciudad más participativa y orgullosa de sí misma. Jaume Vich, un joven de 29 años que ejerce de ilustrador, es uno de los impulsores de una campaña que pretende homenajear al panecillo que ha dado nombre a los palmesanos ante los residentes en la Part Forana.

„¿En qué consiste la campaña ´Orgull llonguet´?

„La idea ha nacido como un proyecto para mejorar las fiestas populares en Palma. Las de Sant Sebastià son unas fechas idóneas, pero la gente no se las siente mucho, además de ir a los conciertos y ya está. Una cosa bastante insípida. Junto a otros movimientos que empiezan a activar la ciudad, nosotros queremos impulsar este nuevo proyecto participativo.

„¿El nombre de la campaña no se refiere únicamente al panecillo conocido como ´llonguet´?

„Tiene diferentes vertientes. Entre ellas, queríamos encontrar algo que nos identificase a los palmesanos. A nivel de Part Forana siempre nos han calificado como ´llonguets´ de una manera un poco despectiva. Lo que queremos es transformar esta manera despectiva de identificarnos en algo positivo y empezar a demostrar que Palma puede ser otra cosa si nos movemos nosotros. En las fiestas de Sant Sebastià, no cambia nada si la gente no quiere cambiarlo. Estamos acostumbrados a que las instituciones nos lo den todo hecho. Por eso nos hemos puesto manos a la obra.

„¿Y en lo que se refiere al conocido panecillo?

„Por una parte, la campaña se refiere a la pérdida de identidad y de sentimiento que afecta a la gente de Palma, y por la otra, a la pérdida del consumo de ´llonguets´ a favor de otros productos más artificiales.

„¿Realmente se está perdiendo el consumo de ´llonguets´?

„A lo mejor no ha habido una gran demanda y también porque es un panecillo difícil de elaborar. No es un pan que pueda hacerse a nivel industrial así como se hace toda la bollería. Debe elaborarse de forma manual y su fabricación es más costosa. Tiene una serie de factores en contra que condicionan su consumo, aunque como un producto de consumo no es difícil volver a recuperarlo si se fomenta. Nosotros hacemos una llamada a los ciudadanos para que consuman en comercios locales. Últimamente están cerrando muchos hornos en Palma, como el de Can Frasquet, que son símbolos de una Palma que existía antes y que era de cara a los ciudadanos. Ahora la ciudad es más de cara al turista y se está perdiendo la relación con el ciudadano nativo de Palma.

„¿Sabe cuántos hornos todavía elaboran el ´llonguet´ tradicional en Palma?

„Estamos haciendo una recopilación. Impulsamos una campaña para que los comercios que todavía trabajan con el ´llonguet´ puedan identificarse ante los clientes. También a través de las redes sociales hemos visto que muchas pastelerías han empezado a elaborar ´llonguets´. Por ejemplo, en Inca también han empezado a hacerse y hay un consumo. Además de hornos, también hay bares que ofrecen ´llonguets´.

„¿Les consta que en otros pueblos de la Part Forana también se vendan ´llonguets´?.

„Creo que sí, lo que pasa que ellos les denominan ´panets francesos´, que es como se ha llamado históricamente.

„A ustedes les gustaría que el ´llonguet´ colonizase la isla...

„Si conseguimos este objetivo, nos damos por satisfechos. Además transformamos algo que era despectivo en motivo de orgullo.

„¿Le molesta que le llamen ´llonguet´ por su procedencia palmesana?

„Me da igual, aunque siempre va acompañado de un insulto. No me siento discriminado por ello porque sé que la rivalidad también existe entre los pueblos. Incluso es culturalmente sano.

„¿Quedan muchos bares en la capital que ofrezcan estos panecillos?

„En la actualidad hay bastantes bares que se han puesto las pilas en este sentido. Me atrevería a decir que fácilmente hoy en día puedes encontrar un bar que ofrece ´llonguets´. Los hay en la calle Blanquerna, en la calle Unió...Se produce un resurgimiento del consumo, ya que es un producto bueno.

„¿Si desapareciera el ´llonguet´ cómo deberíamos rebautizar a los palmesanos?

„No lo sé. Seguramente buscaríamos otro símbolo como la magraneta o algo que nos identificase a todos. En muchas ocasiones, la despersonalización hace que la gente no se sienta como suyas las fiestas ni nada.

„¿Cree realmente que existe un sentimiento colectivo de orgullo de pertenecer a Palma?

„Creo que el orgullo está mucho más en un pueblo que en Ciutat. Supongo que mucha gente relaciona Palma con cosas que no funcionan. El tema es si uno está dispuesto a hacer algo por la ciudad. Si la gente de Palma quisiera dinamizar más las calles la ciudad ya sería un motivo de orgullo. Aún así, Palma sigue gustando a mucha gente que cree que existe una identidad propia.

„¿Se mantiene la división histórica entre ´ciutadans´ y ´forans´ en Mallorca?

„Creo que sí, y se nota mucho en las verbenas, donde la gente suele decir ´ya vienen los ´llonguets´ a destrozar la fiesta´. Existe una especie de discriminación o criminalización, pero ni somos todos los de Palma quienes vamos a los pueblos ni todos los del pueblo son sanos del todo. Al final, es cierto que hay algo de rivalidad, pero es sana. Nosotros queremos crear la fiesta en Palma para que la gente de pueblo venga y nosotros podamos culparles de que nos masifican las fiestas. (ríe)

„Sant Sebastià es la verbena de Palma.

„Sí, pero no dejan de ser conciertos algo insípidos. Son cuatro conciertos más buenos o menos en función del dinero disponible. No se matan en pensar en cuestiones de participación ciudadana, que hacen mucha falta. A los políticos no podemos culparlos de todo. Nosotros debemos hacer que nos tengan en cuenta. Queremos que la gente se organice en ´colles´ o en grupos de amigos y empiecen a montar sus fiestas, ya sea en sant Sebastià o en otras celebraciones que tiene Palma y que son desconocidas por la gente en general.

„¿Las redes sociales con fundamentales para movilizar?

„Es un elemento muy potente para motivar a la gente y hacer cosas sin presupuesto. Hacemos una campaña a través de las redes sociales para financiar la construcción de un ´caparrot´ de homenaje a Miquel des Forn de sa Pelleteria y a los diez días ya teníamos el dinero. Pedíamos 2.200 euros para el ´caparrot´, los pañuelos y la charanga y ahora estamos sobre los 2.700 euros gracias a las donaciones de la gente, a cambio de productos de ´Orgull llonguet´. Esto nos anima mucho.

„¿Qué otras actividades montarán en la campaña?

„Tenemos mucho contacto con la asociación de pasteleros de Mallorca y tal vez se organice un concurso de ´llonguets´ a nivel de pasteleros y también de cocineros, todos profesionales. También tenemos la idea de hacer la ´llongatada´, una cena de hermandad que podría hacerse el día antes de Sant Sebastià. Al día siguiente de la ´revetlla´, organizaremos una fiesta infantil.