El Consell de Mallorca, a través de la dirección general de Carreteras, invertirá 5,3 millones de euros en la ampliación y reforma de una de las carreteras más peligrosas del sur de la isla. De esta manera está previsto que el ejecutivo insular, que ya tiene elaborado el proyecto, ensache la PM-604 que va desde el pueblo de ses Salines y desemboca en la Colònia de Sant Jordi, hasta los 16 metros, a los que se sumarían además tres metros de dominio público a un lado y otro, más 3,6 metros del nuevo carril bici, que iría con carriles separados de ida y vuelta de 1,8 metros de ancho.

De esta forma de pondría fin a una de las principales reivindicaciones viales del ayuntamiento de ses Salines, que lleva años pidiendo la reestructuración de los escasos cinco kilómetros de carretera, muy condicionados por su estrechez, agravada por las paredes laterales de piedra, y por los continuos cambios de rasante que entorpecen la visibilidad y propician adelantamientos temerarios. Ya en 2008, en tiempos del alcalde socialista Sebastià Burguera y el regidor de UM, Tomeu Lladonet, el consistorio empezó a pedir una reforma seria que lo impidiera.

Desde el Ayuntamiento se apunta a que en breve podrían acabar las mediciones topográficas, se derribarían las paredes que encajonan la carretera (que el Consell está obligado a restituir tal y como están en estos momentos) y se procedería al abrir el periodo de expropiaciones.

La inversión se llevaría a cabo en dos años y en ejercicios presupuestarios correlativos. El plazo de ejecución sería de entre nueve y diez meses desde el comienzo efectivo, lo que impediría que el proyecto pudiera estar listo antes de que comenzara la temporada tirística, puesto que después de los trámites administrativos, las obras tendrían que parar durante los meses de mayo, junio y julio.

Se calcula que sobre la carretera a la Colònia circulan de media algo más de 5.000 vehículos diarios, cifra que aumenta de manera considerable durante los meses de verano, dado el carácter turístico del núcleo.

Este año el departamento de Urbanismo y Territorio del Consell contará con una partida de 78,8 millones de euros, un 8% más que el pasado ejercicio, con una aportación de 25,1 millones del Ministerio de Fomento. Más de 40 de ellos se redirigirán de forma específica a la mejora, el mantenimiento, eliminación de puntos negros y conservación de las carreteras existentes.