Albufera es igual a agua. Sin la presencia del líquido elemento, los humedales padecen graves consecuencias y se rompe el frágil equilibrio entre el ecosistema y las especies vivas que lo habitan. Aunque la situación no es dramática, el parque natural de la Albufera de Mallorca, la zona húmeda más importante de Balears, presenta a estas alturas del otoño un importante déficit de agua debido a la falta de lluvias. El hecho de que la estación que registra más precipitaciones sea más seca de lo habitual condiciona todos los aspectos de la vida natural en el parque, alterando la migración de las aves e impidiendo la necesaria renovación de las aguas que fluyen por los canales y se aposentan en las lagunas que constituyen el hábitat de numerosas especies.

La situación no es nueva. En los últimos años las lluvias no caen de forma tan abundante cuando deberían hacerlo. Los gestores del parque natural tienen claro que las lluvias copiosas llegarán para paliar el déficit de líquido en el humedal, aunque saben que a estas alturas de la temporada las lagunas deberían disponer del agua suficiente para las aves.

El director de la Albufera, el biólogo Maties Rebassa, señala que la situación que se vive actualmente en el parque "es muy similar a la del pasado año", cuando la falta de lluvias provocó la desecación de un amplio sector del humedal. En el otoño de 2013, los estanques situados en el sur y en el poniente del espacio natural presentaban un grave déficit de líquido. Actualmente, la situación no es mucho mejor. "Ha habido un verano y un otoño muy secos, lo que ha provocado un déficit hídrico muy importante que se prolonga desde la pasada primavera hasta nuestros días", apunta Rebassa.

Ya se sabe que los veranos mediterráneos son secos "y ello no constituye ningún problema para la Albufera, que necesita secarse", pero una sequía prolongada como la actual sí que genera ciertos traumas en el funcionamiento natural del humedal. "La cosa acabará por regularizarse, pero todavía no hemos alcanzado la normalidad porque el agua debería circular más por la Albufera y estamos a unos niveles situados por debajo de los que serían deseables", añade el director del parque natural.

La presencia de aves migratorias "está condicionada" por la falta de lluvias. En este sentido, la fauna que puebla durante estos días las lagunas del parque es menos abundante que la que habría en una situación normal. "Las aves acuáticas que vienen a pasar el invierno en la Albufera están buscando otras zonas más húmedas para quedarse", afirma Rebassa. La consecuencia es que los ´birdwatchers´ (ojeadores de pájaros) internacionales que acuden a la Albufera armados con potentes cámaras fotográficas tienen menos aves a las que inmortalizar. "El número de pájaros que tenemos actualmente está bastante por debajo de lo normal", concluye el biólogo.

Por otra parte, la llegada tardía del frío también ha motivado que muchas especies aún no se hayan establecido en las lagunas del parque, y cuando llegan se dan cuenta de que el nivel del agua no es suficiente, por lo que optan por emprender el vuelo de nuevo en busca de un terreno más acorde con sus necesidades.

La sequía afecta básicamente a las lagunas más alejadas del mar, ya que las más próximas a la Badia d´Alcúdia dependen más de las fluctuaciones del agua marina. La falta de lluvias también evita que el agua pluvial llegue al parque natural a través de los torrentes, principalmente el de Sant Miquel, afectando negativamente a la necesaria renovación del líquido en los canales del parque.

En cualquier caso, la situación no es del todo preocupante porque "las zonas húmedas son muy variables y se recuperan rápidamente tras las primeras lluvias fuertes".

En la actualidad, el parque natural de la Albufera no está en condiciones de realizar recuentos de las aves que pueblan las lagunas debido a los recortes económicos aplicados por la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, que han eliminado al personal encargado de contabilizar la fauna. "Desde hace dos años no podemos tener datos", lamenta el director del parque natural.

A pesar de los problemas naturales que atraviesa el parque, el número de visitantes sigue en unos niveles óptimos.