El sol, sin duda

La ciudad llevaba ya unos cuantos años en vilo por el tiempo mientras esperaba la llegada del Dijous Bo. Ayer no hubo necesidad de mirar al cielo porque lució un sol espléndido durante la mañana.

Previsión de aparcamientos

Un año más, hay que felicitar a la organización por la gestión del tráfico en un día tan complicado. Miles de personas llegaron en vehículos privados y hubo aparcamiento para todos. O casi todos.

Música callejera

La contratación de diversas charangas para animar el ambiente del Dijous Bo es un acierto. Mucho más que machacar al público con música enlatada desde los altavoces como en los últimos años.