Ramon es un joven de Montuïri que trabaja metales como la alpaca, el cobre y otros con los que fabrica pulseras, colgantes, brazaletes y otros complementos. Ayer estaba realmente contento con su participación en el Dijous Bo, con el resultado obtenido y deseando repetir la experiencia.

„¿Por qué se decidió a participar en la feria?

„Un compañero artesano me habló del proyecto del barrio de los artesanos que la Asociación de Comerciantes y el Ayuntamiento de Inca estaban preparando. Pedí una plaza y fui admitido. Gracias a eso he podido participar en las tres ferias previas y en el Dijous Bo

„¿Qué valoración hace?

„Muy buena. Me ha gustado la organización. Es admirable el compromiso que tiene la Asociación de Comerciantes con los artesanos. Lo del Barrio de los Artesanos no es sólo el título de un proyecto. No es sólo marketing; estas semanas yo me he sentido miembro de un auténtico barrio. Ha habido conexión entre vecinos, comerciantes y artesanos.

„¿Ventas?

„Son aceptables para el momento económico en que nos encontramos.

„¿Tenía miedo a la lluvia?

„Pues sí, realmente sí. Cada año, o bien para la feria de Pollença o para el Dijous Bo, llueve. Este año nos ha dado unas ferias ideales.

„¿Que tiene el Dijous Bo que le hace diferente?

„Lo que le hace diferente es el ambiente. Se nota que la ciudad tiene ganas de organizar una feria multicultural y multidisciplinar. Es difícil que un visitante se vaya de Inca diciendo que no ha visto nada que le guste porque hay de todo.

„¿Que opinión se lleva de la feria?

„Yo me llevo una sensación personal, al margen de las ventas. Es uno de los pueblos donde me he sentido más a gusto.

„¿En que sentido?

„Pues porque me he sentido valorando y acogido por la organización, por la gentes, por los vendedores, por las autoridades.

„¿Piensa repetir entonces?

„Si me admiten no sólo pienso repetir sino que voy a solicitar integrarme en la asociación de artesanos que vende todos los jueves en la fireta; yo me he sentido parte de una familia donde todos se ayudan y colaboran. Para mí ha sido una experiencia increíble sentirme parte de la feria ayudando a decorarla. Los artesanos lo han hecho todo en su barrio; unos hicieron flores de papel, otros los carteles, otros arcos de cañas, otros cortaban ramas de olivo y decoraban las fachadas. Los comerciantes vestían sus escaparates en consonancia; como una familia.