Pasen y vean. El gran espectáculo del Dijous Bo abrió ayer el telón detrás del que se esconden los atractivos comerciales más inimaginables. Ocho kilómetros lineales de expositores quedaron ayer montados en diferentes puntos de la geografía urbana de la ciudad para que los miles de visitantes que llegarán hoy a Inca tanto en vehículo privado como en tren tengan una amplísima oferta de productos a su disposición.

Por primera vez en años, el cielo no será una amenaza. A pesar de que hace unos días las previsiones no eran del todo optimistas, ayer los principales portales predictivos dibujaban un sol radiante sobre el jueves, con escasas posibilidades de precipitaciones a lo largo de la jornada ferial. Así pues, no hay excusa para que el Dijous Bo de hoy resulte un éxito de partipación popular y una gran oportunidad para los vendedores de hacer su agosto en pleno mes de noviembre. Todos ellos terminaban ayer de montar sus paraditas comerciales con la esperanza de que el trabajo no sea en vano.

La llamada ´feria de ferias´, la cita comercial más importante del otoño isleño y reclamo histórico para todos los mallorquines, fue inaugurada de forma oficial ayer a las 17,30 horas por parte de los ediles de la corporación municipal, además de otros cargos como la presidenta del Consell, María Salom, y el vicepresidente de esta institución, Joan Rotger.

Como es tradición, después de cortar la cinta inaugural, el alcalde Torres realizó una invitación pública a todos los mallorquines para que hoy llenen las calles de la ciudad. Aseguró que, según las estimaciones policiales, entre 200.000 y 250.000 mallorquines visitarán el Dijous Bo, una "cifra récord" que, a buen seguro, podría alcanzarse si el tiempo acompaña, tal y como está previsto. "Estamos muy satisfechos por el trabajo hecho, aunque hoy (ayer para el lector) el teléfono no para de sonar para terminar los preparativos", apuntó Torres.

El teatro, protagonista

El alcalde quiso tener un recuerdo especial para el Teatre Principal de Inca, que fue inaugurado un 14 de noviembre de 1914 y al que el Dijous Bo de este año rinde un sentido homenaje. A pesar de los problemas de la reforma actual, Torres expresó su deseo de que el equipamiento cultural pueda abrir sus puertas el próximo año porque "seguro que es un aliciente económico para la ciudad".

Posteriormente, las autoridades realizaron el clásico recorrido por el recinto ferial, que ayer por la noche ya registraba una gran animación. Ya se sabe que los ´inquers´ suelen visitar su feria antes que el resto de mallorquines que, hoy, provocarán grandes aglomeraciones a lo largo de todo el montaje.

Como en las últimas ediciones de la feria, el mercado payés ubicado en el entorno de la Plaça d´Espanya es uno de los principales atractivos del Dijous Bo en el sentido de que supone el enganche entre la feria tradicional y la actual. La intención municipal es la de conservar el carácter payés y autóctono del Dijous Bo, aunque tampoco está reñido con la modernidad.

Las exposiciones de animales en la Plaça del Bestiar, la maquinaria agrícola en la Gran Via Colom, la feria empresarial de la Plaça Mallorca y las muestras de vehículos de la Avenida Reis Catòlics completarán el atractivo de una feria que promete grandes emociones en el día de hoy.