­Las calles del centro de la ciudad fueron tomadas por miles de jóvenes ayer en la revetla del Dijous Bo, algo que se conoce con el nombre coloquial de ´dimecres bo´.

Los establecimientos nocturnos de la calles Jaume Armengol, Murta y Plaça de l´Àngel colocaron barras y música fuera de sus establecimientos, así como el montaje de luces apropiado. Este año se dicto una orden consistorial en la que se limitaba la potencia así como todas las instalaciones. Fue consecuencia de una demanda vecinal por molestias durante todo el año en la zona centro.

Muchos jóvenes acudieron ayer a la cita anual con el único objetivo de "reivindicar que no se acabe el ´dimecres bo", decía José M. un muchacho de Inca.

Lo que no pudieron evitar los partidarios de esta marcha nocturna es el consabido botellón, a pesar de la vigilancia policial. Muchos fueron los jóvenes que se pasearon con la bolsa de refrescos y bebidas alcohólicas para hacerse sus propios combinados en la calle.

Desde las seis de la tarde se estuvo oyendo música y ya se agolpaban los asistentes en las barras de bebidas en la calle.

El Ayuntamiento tuvo que extremar la vigilancia en la zona de mercado próxima para evitar que se produjeran desperfectos con las paradas cerradas.