En 2011 el convenio por el que Aguas Manacor SA prestaba el servicio de distribución y gestión de agua corriente a la ciudad concluyó. La falta de una alternativa y de un pliego de condiciones que pudiera poner el marcha una nueva concesión, hicieron que la propia empresa que se había responsabilizado los últimos 25 años, continuara dos más. Pero entre medias, y al ver que el Ayuntamiento no tenía intención de renegociar otra concesión a largo plazo, Aguas Manacor demandó al propio consistorio, reclamándole una indemnización de más de ocho millones de euros.

Los motivos que daba la empresa se basaban, básicamente, en la congelación de las tarifas a la que le había sometido la corporación (por el exceso en la concentración de nitratos) y por las mejoras en la red que no habían cobrado. Una suma de dinero que la concesionaria entendía, como las fugas, haber perdido por el camino.

Ahora, y a falta de que la Justicia determine qué cantidad debe abonar al Ayuntamiento, el regidor Bernat Amer ha vuelto a mostrarse a favor de que el consistorio devuelva el golpe y también demande a la empresa por no haber cumplido reiteradamente con el pliego de condiciones: "Tenemos una base y argumentos suficientes como para ganar. No basta con repartirse los beneficios, también había que invertir y durante mucho tiempo no lo hicieron".

Pero la voluntad tanto del responsable del área de Medio Ambiente como de los portavoces de la oposición, topa con la de los servicios jurídicos del ayuntamiento de Manacor, que primero prefieren esperar la resolución de la demanda para después poder actuar en consecuencia.