Dos de las ordenanzas más controvertidas de esta legislatura, las que regulan las excursiones alcohólicas (lo que en inglés se conoce como pub crawling) y los tiqueteros, serán revisadas en las próximas semanas. Así lo acordó ayer la comisión de seguimiento de la temporada turística de Magaluf, integrada por representantes políticos municipales, hoteleros, comerciantes, salas de fiestas, taxistas, Guardia Civil y Policía Local de Calvià. Esta decisión se adopta después de un polémico verano, en el que Magaluf ha sido el epicentro de polémicas mediáticas, turísticas e, incluso, judiciales.

A la espera de concretar el alcance de la revisión, que por lo anunciado por el Ayuntamiento alcanzará a otras ordenanzas municipales, los miembros de la comisión decidieron acortar la periodicidad de estas reuniones y se emplazaron para dentro de 20 días, fecha en la que se presentarán medidas concretas. Por primera vez, la comisión de seguimiento contó con la presencia del portavoz municipal socialista, Alfonso Rodríguez Badal, un hecho que fue especialmente valorado desde el Consistorio, que subrayó que el tema del turismo en el municipio es una "cuestión de Estado".

El detonante de la polémica

Desde su aprobación, la norma que regula el pub crawling, que establece por ejemplo las condiciones que deben cumplir las personas que guían a estos grupos de bar en bar, fue objeto de polémica, ya que hubo sectores empresariales y políticos que consideraron que el equipo de gobierno estaba legalizando el turismo de borrachera. El culmen de la polémica se produjo cuando salió a la luz un vídeo de una felación colectiva grabado durante una de estas rutas alcohólicas en la zona de Punta Ballena.

Los asistentes a la comisión fueron el alcalde de Calvià, Manuel Onieva; el presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova y Magaluf, Sebastià Darder; los responsables de las entidades Fetur y Acotur, Luís Marín y José Tirado, respectivamente; el presidente de la Asociación de Discotecas y Salas de Fiesta, Jesús Sánchez; Fernando Luengo y Mari Carmen Navarro, de la asociación de taxistas de Calvià, así como representantes de Guardia Civil de Palmanova, de la Policía Local de Calvià y de otros departamentos municipales como Calvià 2000, Comercio o Mantenimiento.