El equipo de gobierno formado por Suma pel Canvi y Convergència en el ayuntamiento de Santa Margalida tiene intención de anular por vía plenaria un convenio firmado en el año 2005 por la misma corporación que daba el vistobueno a la construcción de una nueva depuradora en el núcleo de Can Picafort. Actualmente, el gobierno local no considera necesario el equipamiento debido a los inconvenientes medioambientales que plantea y apuesta abiertamente por una reconversión de la depuradora existente en la playa de Muro para cubrir el servicio de depuración en ambos municipios.

El teniente de alcalde delegado de la zona de Can Picafort, Joan Monjo, explicó ayer que el equipo de gobierno se ha planteado declarar el citado convenio como "lesivo" para los intereses municipales para dejarlo sin efecto y eliminar un escollo administrativo hacia la consecución, por parte de Madrid, de las demandas municipales respecto a la depuradora. "Es como si el Ayuntamiento presenta un pleito contra él mismo para anular un acuerdo que, de momento, no ha implicado ningún gasto", apuntó Monjo.

El convenio que pretende anularse se firmó en el año 2005 con el PP y Can Picafort Unit en el poder municipal para incorporarse a un acuerdo firmado previamente entre la conselleria de Medio Ambiente y el ayuntamiento de Muro para la construcción de una nueva depuradora. En el pasado año 2001 también se firmó un acuerdo similar.

Tras la reunión mantenida en Madrid hace unos días entre una delegación municipal de Santa Margalida y técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, el consistorio 'margalidà' tiene claro que el "único escollo" existente para que el gobierno descarte la construcción de la nueva depuradora es la existencia del citado documento. "Es el único argumento que tienen, no tienen otro", aseguró el teniente de alcalde, convencido de que, a nivel técnico y medioambiental, la solución planteada por Santa Margalida es mejor que la que pretende impulsar Madrid con el apoyo del municipio de Muro, que sí está a favor de una nueva infraestructura en Can Picafort para aligerar el actual equipamiento ubicado en su territorio.

El ayuntamiento de Santa Margalida, al igual que entidades ecologistas como el GOB, rechaza frontalmente la construcción de una nueva depuradora que contempla la habilitación de un emisario submarino en la playa de Son Bauló para descargar el agua depurada en la Badia de Alcúdia, en una zona protegida con diversas figuras ambientales y muy rica en praderas de posidonia.