¿Se imaginan sa Calobra y el Torrent de Pareis sin ningún tipo de basura; ni plásticos, ni papeles, ni cristales, ni restos de comida? Es uno de los lugares más visitados de Mallorca por su belleza y espectacularidad del paisaje, en el corazón de la Serra de Tramuntana, patrimonio mundial de la Unesco, y no consigue librarse del incivismo. Al igual que los paradisíacos arenales de es Trenc, Cala Agulla, es Carbó, Formentor, Cala Pi, Cala Varques, Son Serra de Marina...

Lugares de inspiración para numerosos artistas; postales cien por cien mediterráneas o simplemente sitios con cierto atractivo y encanto, ven como año tras año los residuos toman protagonismo.

Un chequeo del litoral de Mallorca realizado este mismo mes de octubre, es decir, tras la reciente finalización del verano, apogeo turístico, revela como la mayoría de ayuntamientos con costa de la isla se han esforzado en incrementar la vigilancia, ya sea con operarios propios o a través de las empresas concesionarias de servicios (chiringuitos, hamacas, sombrillas, etc). En este sentido, en muchos casos los pliegos de condiciones para las adjudicaciones se han visto revisados y han fijado la obligatoriedad de que cada empresario tenga que cuidar su explotado tramo de ´influencia´. A su vez, ha aumentado la vigilancia por parte de socorristas.

El debate sobre la acumulación de basura en puntos turísticos de referencia también aborda la problemática generada por un considerable número de barcos. No en vano, desde muchas embarcaciones llegan o se arrojan todo tipo de restos y ciudadanos reclaman un mayor control e imposición de sanciones. En determinados sitios también se critica su excesiva proximidad respecto a la orilla.

A pesar de que la zona más concurrida de la playa de Alcanada (Alcúdia) se encuentra, a excepción de las célebres algas que la pueblan, en un estado bastante aceptable, resulta muy diferente la situación de las áreas menos concurridas.

Incluso una de las usuarias habituales de la playa volvía hace unos días de pasear con una bolsa de desperdicios que había ido recogiendo, alegando que el problema de la playa es que la gente piensa que el hecho de que por determinadas zonas no haya tantos turistas es una buena excusa para tirar residuos indiscriminadamente. Las protagonistas indiscutibles de la escena son las botellas de cerveza o refresco vacías, pero también se dejan ver envoltorios de alimentos e incluso algún blíster de fármacos vacío o una señal de tráfico derribada.

Pasando a la comarca de Ponent, nos centramos en Cala Blanca, playa virgen del municipio de Andratx situada entre Camp de Mar y el Port d´Andratx. El ayuntamiento autorizó la zona para mascotas hace meses. Según los pocos vecinos del lugar, al principio la basura se acumulaba en el área de estacionamiento. Una vez señalizada y adaptada para mascotas, desde la Casa Consistorial han mantenido la zona mínimamente limpia. Incluso han puesto un contenedor de recogida de basuras y la empresa encargada efectúa pasadas periódicamente.

Los vecinos agradecen las rondas que efectúa la Policía Local por la cala. Se quejan de que algunos usuarios no recojan los excrementos de sus animales así como basuras que vienen de las embarcaciones que durante el verano fondean la zona.

En el principal arenal del municipio, la playa de Camp de Mar, durante la temporada estival han predominado las quejas de los malos olores y en la playa de Sant Elm, el color amarillento que adoptan las aguas durante los meses más calurosos.

En conocidas calas y playas de Artà, en múltiples ocasiones se registran acumulaciones de residuos. El consistorio procura llevar a cabo acondicionamientos, aunque en sitios como pinares de Cala Torta se constata el incivismo de gente que deja todo tipo de restos, con el consiguiente riesgo de contaminación medioambiental y de provocación de incendios.

La comarca del Migjorn también presenta la misma problemática de aparición de cristales, plásticos... Algunos escombros en enclaves como el entorno de la emblemática finca de s´Avall perjudican la imagen turística.

En cuanto al fondeo de embarcaciones, opiniones para todos los gustos de bañistas, ecologistas, restauradores y alcaldes. Volviendo a citar el Torrent de Pareis de la Tramuntana, el alcalde, Antoni Solivellas, apuntó ya en septiembre a este diario que "el problema de la masificación es que perjudican el fondo marino". Insistió en que "el problema por el que se ha solicitado la limitación de los fondeos es el arrastre de las anclas".