Visitar la zona del faro de Cap Salines es disfrutar del Mediterráneo y constatar la ´fiebre´ de los montículos de piedras, también llamados pilas de piedras, hitos o mojones. Hay quienes explican que la tradición es que si se hace un montículo, se volverá a visitar el lugar. No obstante, desde hace años esta área del sur de la isla es escenario, a todas luces, de una excesiva recreación pétrea.

En este sentido, hay opiniones para todos los gustos, partidarios y detractores. Eso sí, se trata claramente de una moda con cierto impacto ambiental. Una práctica que puede afectar al medio y ocasionar erosión. Muchos turistas se muestran entusiasmados a la hora de realizar sus creaciones, como los captados el pasado jueves a escasa distancia del faro (fotografía que ilustra esta información).

En cualquier caso, uno llega a la conclusión de que la belleza del lugar, con la majestuosa silueta de Cabrera al fondo, motiva por si misma que se repitan las visitas en tan singular paraje.