Los agentes presuntamente implicados en la trama han asegurado a través de sus abogados que la escena recogida en el vídeo en el que supuestamente se ve a unos agentes de la policía escondiendo un paquete de droga en un local y su posterior localización por parte de un perro entrenado para ello no recoge más que un simulacro de entrenamiento para el can. Al parecer, han argumentado que estos perros adiestrados "se frustran" si de forma frecuente no encuentran droga y el simulacro sería una manera de premiarlo. Además, sostienen que la principal prueba de que el vídeo recogía un simple ejercicio para el perro es que no se levantó acta del supuesto hallazgo de droga.