La flota pesquera ha cerrado la campaña de langosta roja (Palinurus elephas) de este año con un incremento de 4.506,53 kilos más que el año 2013. En total, se han subastado en las diferentes lonjas de la comunidad autónoma 31.858,55 kilos.

El aumento de capturas ha significado salvar una temporada en la que el precio medio de compra a los pescadores había bajado sensiblemente. No así la venta al por mayor a los pescaderos, que han pagado precios similares a los de otros años, según argumenta alguno de ellos. El cliente final ha seguido pagando precios que rondaban los 50 euros el kilo.

Compensación

La mayor cantidad de pesca en general ha posibilitado que se compensara esa bajada media del precio. Sin embargo, como asegura Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías de Pesca de Balears, "lo que se ha tenido que hacer es trabajar más para conseguir la misma renta o quizá un poco más".

Mallorca en concreto ha pescado 12.377,19 kilos de langosta este año. Los pescadores de la isla han incrementado el volumen de capturas de 2013 en 1.475,35 kilos.

De todas formas cabe explicar que la temporada del año pasado no fue especialmente buena. La campaña de la langosta roja era hasta hace poco la principal pesca de la flota artesanal mallorquina. Ocupa los meses de verano, cuando hay mejor mar, y se trata de un producto históricamente rentable. En 2013 los números no acabaron de encajar pues se pescaron casi ochocientos kilos menos de langosta que en 2012. Sin embargo, se pudo hacer una lectura positiva ya que la rentabilidad fue en ese caso superior. El valor de dicha campaña fue de 550.000 euros.

Frente a estos guarismos cabe contraponer los del año pasado que están invertidos. Es decir; el número de capturas fue superior, pero la rentabilidad fue inferior. Las cifras globales de 2012 dejaron una renta de 530.000 euros al sector y sin embargo el número de capturas fue de 13.588 kilos.

La langosta roja es la captura estelar del sector pesquero en verano. Es muy apreciada por el consumidor local que la suele consumir en caldereta o en arroz, como explican representantes del sector hotelero. Garau explica que "existe cierta tradición de que la langosta es un plato veraniego".