Las emblemáticas tapereres (alcaparras) resucitan en Campos en forma de souvenir exclusivo. El que antaño fuera un conocido e importante cultivo en el municipio (al igual que en Llubí), prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, en la memoria colectiva permanecen aquellas múltiples casas y cocherías donde se compraban, seleccionándolas en pequeñas (las más valoradas), medianas y grandes.

Evidentemente, el cancionero popular preserva tan singular tradición, con composiciones rimadas como la siguiente: "A Campos ses campaneres / quan han acabat de segar / se´n van a arrossegar / es cul per ses tapereres". La mayoría eran mujeres recolectoras, si bien en este trabajo (hay que agacharse en época de calor) también se involucraban niños, jóvenes y hombres. No en vano, suponía una fuente de ingreso de dinero a tener en cuenta, y precisamente en muchos casos, para hacer caja y poder comprar alguna joya.

Por todo ello, hoy se celebrará en Campos un acto, abierto a toda la ciudadanía, con protagonismo de la artesanía y la nostalgia. El joyero Damià Mulet Vanrell (Campos, 1975), presentará en el Agroturisme Can Canals, a partir de las 19 horas, su colección de joyas Capparis Spinosa.

En concreto, las piezas que se exhibirán son pendientes, anillos, pulseras, agujas de corbata, gemelos y colgantes. Piezas cuyos precios oscilan entre los 30 y 300 euros. La colección consta de unas 60 piezas diferentes. Las más ´lujosas´, los colgantes que en su interior contienen una tàpera real que ha sido recubierta de plata.

Mulet está graduado en Artes Aplicadas, título de joyería y orfebrería. Es profesor y jefe de departamento de Joieria de la Escola Superior de Disseny de les Illes Balears. A su vez, es gemólogo y posee la carta de maestro artesano. La tienda familiar en la que trabaja (venta de joyas y relojes) se halla en la calle de Plaça, 5, de Campos. Dispone de su propio espacio en internet: damiamuletivanrell.wordpress.com. Prueba de que muchas veces la transmisión artística es también una cuestión de genes, es que su padre es un afamado relojero, oficio que por cierto también corre cierto peligro de extinción.

Mulet desea que sus joyas de Capparis spinosa sirvan para que el típico fruto "que tanto caracteriza Campos perdure, representando un símbolo de la tierra de call vermell que tanto amamos". Espera que residentes en otros municipios y turistas también muestren interés. "En definitiva, que la gente sienta esta joya campanera como suya y la disfrute", manifiesta. De cara al futuro, aparte de otras colecciones en su línea de marcado sentimiento y proximidad, piensa inspirarse en la bella flor de la taperera, y pasar de la plata al oro. "Quiero seducir al público y que éste se identifique".