Durante el siglo diecinueve y la primera mitad del siglo veinte, la industria azucarera era la principal actividad económica en Puerto Rico. En el municipio de Camuy, tres centrales llegaron a coexistir: Central Alianza, Central Riollano y la Central Sóller.

Esta última fue fundada en los primeros años del siglo veinte por Antonio Marqués Arbona, natural de Sóller, lugar del que tomó el nombre de la central. Antonio y su hermano Guillermo se dedicaban a la venta de productos agrícolas en el cercano pueblo de Arecibo bajo el nombre de Marqués Hermanos Comercial, hasta que Antonio fundó la central bajo el nombre de Soller Sugar Company Inc., mientras que su hermano Guillermo siguió con el negocio agrícola.

La central estaba situada a treinta kilómetros del puerto de Arecibo.

La Central Sóller fue una empresa exitosa durante muchos años. Para el 1913 producía unas 900 toneladas de azúcar por año. La producción llegó a más de 1.000 toneladas después del 1925.

Producción estable

Hasta 1945 la producción se mantuvo relativamente estable. Su punta máxima de producción se situó en las 1.300 toneladas de azúcar de caña, alrededor del año 1953. En la década de los cincuenta la planta fue ampliada con nuevos edificios para almacenar la producción de azúcar.

Según las reseñas históricas, durante la década de los años cuarenta, la empresa pasó a estar dirigida por Guillermo Colom Marqués, bajo la presidencia de Antonio Marqués Arbona, quien fue el fundador de la compañía sollerica.

En estos momentos, la planta podía procesar hasta un total cercano a 300 toneladas de caña al día.

Decadencia

Con el pasar del tiempo, las centrales azucareras de Puerto Rico perdieron su prominencia en la economía de la isla y poco a poco fueron perdiendo fuerza económica y poder de producción respecto a épocas anteriores.

Las regiones del país caribeño centralizaron la atención en determinados productos agrícolas, abandonando la producción de azúcar.

Las sequías, las prolongaciones de las plagas y la reducción del número de colonos comportaron pérdidas de cientos de miles de dólares para la compañía Central Sóller.

Así las cosas, la junta de accionistas de la Sóller Sugar Company decidió el 14 de octubre 1968 suspender las operaciones de esta central, que ha venido a formar parte de la historia del pueblo de Camuy y de Puerto Rico.

Asamblea legislativa

Conscientes de la importancia que tuvo esta central durante la primera mitad del siglo veinte para la economía del país, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico declaró en el año 2010 la Central Sóller, instalada en el municipio de Camuy, lugar de valor histórico, para ser digno de preservación para futuras generaciones de puertorriqueños y para que estos conociesen estos testigos silenciosos de la historia de la isla.

EL APUNTE

Los mallorquines emigraron a Puerto Rico

La isla caribeña de Puerto Rico fue durante décadas puerto de destino de numerosos isleños que emigraron de su tierra en busca de un futuro mejor. Numerosos estudios realizados por historiadores apuntan que la mayoría de estos emigrantes procedían de Sóller, Artà y Palma.

Muchos de estos paisanos lograron fortuna en Puerto Rico, como consecuencia de dedicarse a los cultivos de azúcar y café y las exportaciones de estos productos. Aunque la gran mayoría de sollerics regresaron a su pueblo natal, algunos se establecieron definitivamente en la isla. Los que regresaron con la fortuna bajo sus brazos hicieron gala de ello construyéndose grandes casas que hoy en día pueden verse por muchas calles del municipio. Es la herencia de la emigración sollerica a América.