El antídoto contra el turista hooligan, aquel que practica un salvajismo hotelero que puede consistir en montar juergas en el hotel, robar absolutamente todo lo que pueda, ensuciar de ketchup las paredes o tirar mobiliario por la ventana, tiene forma de una nueva comunidad online impulsada por hosteleros de la península. Se llama elitebook.es, y sus miembros son los propios hoteles que se dedican a valorar a los turistas que han alojado, de manera que esa opinión sirva como referencia para el conjunto de establecimientos.

El sistema supone darle una vuelta a páginas web como TripAdvisor o Booking, donde es el turista el que se encarga de valorar el destino, condenándolo o ensalzándolo a ojos de la comunidad virtual. Una opinión subjetiva, como todas, que ha ido ganando peso desde el momento en que la mayoría de personas que van a emprender un viaje decide consultar antes en la red qué dicen los otros usuarios de ese destino.

Se rellenan fichas con los datos personales de los clientes

A nivel estatal, elitebook cuenta ya con 700 hoteles y agroturismos registrados. Y ha detenido su mirada en el archipiélago balear, donde ha comenzado su expansión y donde existen ya una treintena de alojamientos turísticos asociados. En vista de los problemas de hooliganismo en zonas de la isla como Magaluf o Platja de Palma, su margen de crecimiento puede ser amplio.

El gerente de la empresa, Gonzalo Zamora, que a su vez es propietario de casas rurales en el norte de España, detalla que el funcionamiento de esta red social es sencillo. Los hoteles adheridos rellenan fichas con la información básica de los clientes (nombre, apellidos, documento de identidad, nacionalidad), adjuntando una valoración estándar sobre su estancia. Si han sido buenos clientes, se les valora con una cara verde. Si, por el contrario, han sido una pesadilla, se les etiqueta con una cara roja. Una información que después pueden consultar los otros establecimientos.

Pérdidas de 4.000 euros al año en toallas robadas

Ese distintivo de problemático lo puso, por ejemplo, la propiedad de una casa rural de Menorca para definir el paso de unos clientes que se dedicaron a embadurnar de ketchup las paredes. Por el símbolo de la cara roja optó también el hotel donde unas camareras de piso se encontraron con todas las toallas metidas dentro del váter. O el balneario del norte de España que ha cuantificado en 4.000 euros el dinero que pierde cada año por las toallas que roban los clientes. O el dueño de otra casa rural que la alquiló pensando que la contrataban cuatro jóvenes y que, cuando fue a verlos, se encontró con 10 coches y una despedida de soltero a todo trapo. "Los jóvenes le amenazaron con que, si les denunciaba, ellos le pondrían una crítica negativa en ´booking´ [una web donde los usuarios dejan sus opiniones sobre los alojamientos] y le fastidiarían el negocio", explica Zamora.

Las conductas que llevan al turista a ser merecedor de una etiqueta de problemático son variadas. "Pequeños hurtos, conducta inadecuada con el personal, fumar en zonas prohibidas, dejar las habitaciones en malas condiciones, montar juergas, meter más gente de la cuenta, marcharse antes de lo contratado", detalla el gerente de elitebook.es, quien apunta otro factor: el de hacer críticas en portales de valoración turística con ánimo de dañar. De hecho, él mismo lo sufrió en sus carnes, motivo por el cual se decidió a lanzar el pasado mes de enero esta comunidad online. "Tuve una mala experiencia con un cliente que vino con dos perros. Al irse, me puso una crítica muy dura en ´Booking´ diciendo que todo estaba muy sucio. Después, en Navidades, ese cliente me envió una carta diciéndome que, como regalo de Reyes, me quitaba la crítica de ´Booking´. Me dañaba por dañar", relata.

La Agencia de Protección de Datos, encima de la iniciativa

Desde su creación, esta comunidad online, que tiene precedentes a nivel europeo como la web guestscan.co.uk (Gran Bretaña), está siendo supervisada de cerca por la Agencia Española de Protección de Datos por si se vulneran las condiciones que establece la ley en lo referente al uso de datos personales.

Zamora explica que han sido auditados en varias ocasiones y que sus ficheros han sido aceptados. "Elitebook´ ha obtenido la aceptación de sus ficheros, porque, entre otras cosas, en la ficha de entrada del viajero éste acepta previamente ser incluido en el fichero, con lo que se cumple así uno de los requisitos más importantes que contempla la ley", manifiesta.

Así, en la ficha que debe firmar el cliente al registrarse, se incluye una cláusula que establece que consiente que se comuniquen sus datos personales a Elitebook y "si ha llevado a cabo hurtos, robos o destrozos", entre otras conductas reprobables. En todo caso, con posterioridad y una vez incluido en ese censo, el turista tiene derecho a rectificar la información a través de un proceso administrativo.