Con toda probabilidad, los restos humanos que salieron a luz anteayer en la fosa común de la Guerra Civil del cementerio de Sant Joan corresponden a los mariandos asesinados en 1936. Ni el jueves ni ayer los miembros de Memòria de Mallorca y del Ayuntamiento quisieron confirmar nada: “Se sigue trabajando”, reiteraron. Sin embargo, diversas fuentes revelaron que un cráneo presentaba un golpe de fusil y otro tenía un orificio de bala. El tercer cuerpo se encontraría aún en una mayor profundidad. Se prevé contactar con la Justicia. El protocolo establecido contemplaría a continuación llevar a cabo pruebas científicas: en la UIB para analizar el ADN de familiares de los tres fallecidos (Miquel Salom Mio, Joan Gual Puro y Jaume Gual) y en un laboratorio de Sevilla para el ADN de los cadáveres.

Las visitas al ‘controlado’ cementerio se suceden. Anteayer acudió el alcalde de Maria, Toni Mulet (PP), y familiares de los asesinados fueron llamados por el hallazgo. En un acceso lateral se lee: “Durante las prospecciones, esta barrera permanecerá cerrada. Para entrar, llamar al Ayuntamiento, 971 526003 y vendrán a abrirla. Disculpen las molestias”.

El lunes se informó de que las arqueólogas renunciaron a que se les pagase el billete de ida y vuelta a Barcelona, prefiriendo que el dinero se aprovechase para las pruebas científicas de Sevilla.