La plaza de Jaume II, una de las zonas de ocio más antiguas de la localidad de Alcúdia, se encontraba ya durante la antigua legislatura sujeta a un proyecto de rehabilitación. El proyecto inicial, propuesto por CxI proponía reducir la extensión de la plaza con la finalidad de poner a disposición de clientes y paseantes una veintena de aparcamientos nuevos, así como el soterramiento de los contenedores para mejorar la estética urbana.

Sin embargo, las reformas en curso no parecen satisfacer ni las expectativas del vecindario ni las pretensiones de aquel primer proyecto de mejora.

La ejecución no solo no ha satisfecho la necesidad, compartida por todos los comerciantes de la zona, de ampliar el espacio reservado al aparcamiento, sino que además ha supuesto un pavimento que es considerado por los mismos como "poco seguro para los niños y poco práctico para el verano". Y es que a pesar de que el firme que recubre el área de recreo infantil es de caucho, el resto de la plaza ha sido recubierta con asfalto.

Aparcamientos privados

Los mismos comerciantes han explicado las molestias que ocasiona la frecuente imposibilidad de encontrar un plaza de estacionamiento en el barrio "muchos de nosotros tenemos aparcamientos privados, por lo que el problema no nos afecta, pero se convierte en un estorbo cuando algunos clientes no encuentran donde dejar sus vehículos y terminan usando nuestros propios espacios".

La alcaldesa de Alcúdia, Coloma Terrassa, ha explicado el cambio de proyecto argumentando que el espacio en cuestión es una zona verde y que por lo tanto no era posible eliminar parte del parque para destinarlo al susodicho aparcamiento. La reforma actual se ha basado en "renovar una de las imágenes más antiguas de la ciudad, respetando la vegetación original, pero dándole un aire renovado y adaptado a las normativas europeas, por ejemplo, en el caso de la zona de recreo infantil". Explicaba Terrassa.

Desacuerdo

Miquel Llompart, portavoz actual de CxI, no considera objetivas estas razones y se inclina más hacia la opinión de que simplemente resultaba más atractivo para la propia imagen del nuevo gobierno cambiar el proyecto anterior que respetarlo.