Inca se está reinventando como ciudad comercial, agotado el modelo industrial de hace años. No es un secreto que quedan contadas fábricas de calzado y la construcción está en plena crisis. La apuesta municipal es como centro comercial y ciudad de mercados.

El resultado de esta apuesta es la apertura de 52 establecimientos nuevos en 2013, y 14 en lo que va de 2014. Ello supone que en un año y medio se han abierto 66 nuevos negocios en la ciudad. La web Millorant Inca efectuó un estudio el año pasado sobre este particular que ya destacaba antes de finalizar el ejercicio que se habían abierto más de 40 establecimientos. El trabajo de campo de esta entidad no ha pasado ajeno a la Asociación de Comerciantes de Inca que la corrobora.

Pep Nicolau, presidente de la Asociación de Comerciantes, puntualiza que "si bien el dato es cierto cabe destacar que no tenemos constancia de los negocios que cierran".

Aún así, el presidente de los comerciantes sostiene que "se percibe que hay un aumento y que son más los que abren que los que cierran; justamente al contrario que hace unos años en los que asistíamos al espectáculo de bajada de barreras y ninguna apertura". "La sensación es de que hay más alegría en el sector", asevera.

Nicolau, sin embargo, no se deja llevar por la euforia y reconoce que el comercio de Inca precisa de una cierta reorganización.

La entidad que preside está trabajando en una propuesta que probablemente discuta en una asamblea. "La mesa de comercio lleva más de dos meses sin reunirse, pero en cualquier caso parece que este organismo ha resuelto poco hasta el momento", justifica. La mesa de comercio la integra el Ayuntamiento, representado por la concejal delegada de Comercio, Industria y Mercados, Rosa Maria Tarragó, representantes de organizaciones comerciales y algunos comerciantes independientes.

Horarios

Nicolau informa que lo que se discute ahora internamente es una propuesta para modificar los horarios del comercio, de común acuerdo. "Ahora que parece que nos recuperamos es el momento de forzar un poco la máquina y crear un gancho para atraer clientes". El presidente propone cerrar los comercios más tarde y también no cerrar a mediodía, "al menos en verano".

Según el razonamiento de Nicolau, "está claro que no podemos exigir al cliente que se adapte a nuestros horarios porque tenemos una oferta externa que se adapta a los suyos". Nicolau indica que "también es preciso pensar en la conciliación familiar y el comerciante ha de poder vivir". Por ello la propuesta radica en comenzar a trabajar más tarde para cerrar también más tarde.

La concejal de Comercio e Industria sostiene que "el ritmo de apertura de nuevos establecimientos demuestra iniciativa y movimiento. Hemos notado que una parte importante de los nuevos comerciantes son antiguos empleados que han dado el salto hacia la propia empresa, buscando la autoocupación como salida a la crisis; y otra parte, que no es despreciable, es el aumento de franquicias de marcas conocidas".

Franquicias

Tarragó considera que "ambos casos son positivos y que la atracción de cadenas de tiendas indica que la ciudad tiene potencial".

El área que dirige ha organizado este año dos cursos para comerciantes y concretamente en el de escaparatismo destaca la partipación de más de 35 empresarios.

El área de comercio ha trabajado también en apoyar al sector mediante mercadillos "que originen movimiento y relación en la calle". Tanto la Asociación de Comerciantes de Inca como la Asociación de Comerciantes del Centro han participado de ello, patrocinando y organizando dos mercados artesanales que se suman a los mercadillos municipales. Con ello logran que casi cada día haya movimiento en la calle.