El propietario de un perro que había matado a varias ovejas en el ámbito de sa Porrassa de Magaluf, en el municipio de Calvià, ha sido condenado por el juez a pagar una multa de cuatro euros diarios durante 45 días y a satisfacer una indemnización de 580 euros al dueño de las ovejas atacadas por el can, Juan Nigorra Cobián, propietario de la finca de Santa Ponça. Además, el dueño del perro deberá hacerse cargo de las costas judiciales y deberá permanecer un día en arresto domiciliario por cada una de las cuotas diarias no satisfechas.

El juez considera al citado propietario como autor penalmente responsable de una falta contra los intereses generales del artículo 631 del Código Penal por el que había sido denunciado. Este artículo establece penas de uno a dos meses para los dueños "encargados de la custodia de animales feroces o dañinos que los dejaren sueltos o en condiciones de causar mal". También fija multas para los que abandonen a un animal doméstico en condiciones en que pueda peligrar su vida o su integridad.

Tras las reiteradas denuncias de un grupo de ganaderos integrados en la Associació de Ramaders de Calvià, el Ayuntamiento del municipio del Ponent tuvo que intervenir el pasado mes de febrero para llevarse al animal a la perrera. Una sentencia anterior consideraba probado que dos perros del citado propietario "se encontraban sueltos y sin bozal cuando ocurrieron los hechos, abalanzándose sobre varias ovejas del perjudicado, matando a nueve e hierendo a seis como consecuencia de los mordiscos de los perros". El denunciante era el propio presidente de la asociación ganadera de Calvià, que aseguró que desde el pasado año 2012 este perro había matado a decenas de ovejas.

Por su parte, Juan Nigorra, que tiene unas 250 cabezas de ganado en la finca de Santa Ponça, ha sido otra de las víctimas del perro, que residía en la finca del Pou Redó de Sa Porrassa. Nigorra denunció hace unos meses que el can había matado a dos corderos pequeños y herido de gravedad a otros siete animales. Finalmente, la denuncia se ha traducido en otra condena para el propietario.