La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) ha dictado un auto con el que rechaza un recurso interpuesto por la inmobiliaria de Mathias Künh que instaba a la autoridad judicial para que obligara al ayuntamiento de Sóller a modificar su planeamiento urbanístico para que Muleta II pasara a ser suelo urbano.

La resolución judicial afirma que no puede "obligar" al consistorio, porque no fue parte demandada cuando Birdie Son Vida interpuso una demanda contra el anterior Govern del pacte tras la desclasificación de la urbanización del Port de Sóller. El auto pone fin a otro recurso que interpuso la inmobiliaria en el que la sala ya rechazaba forzar el ayuntamiento a cambiar la clasificación urbanística de los terrenos.

Hace ahora un año el TSJB emitió un auto en el que daba validez a un acuerdo transaccional entre Kühn y el Govern con el que el empresario retiraba una demanda contra la administración por haber desclasificado Muleta II. A cambio de retirar el pleito, por el que reclamaba una indemnización de cien millones de euros, el Govern autorizó que Muleta II volviera a ser suelo urbano. La urbanización había sido desclasificada por una ley que aprobó el Govern del pacte en 2008. El tribunal dio su visto bueno al pacto, pero en ningún momento obligó a Sóller para que incorporara en el Plan General el cambio de clasificación del suelo de Muleta, que a efectos prácticos continua siendo rústico.

Tras el acuerdo transaccional, el ayuntamiento remitió al TSJB un informe en el que los técnicos municipales discrepaban con la resolución porque consideraban que Muleta II no cumple con los requisitos mínimos para ser considerada suelo urbano.

En su alegato, el ayuntamiento aseguraba que la urbanización desclasificada no tiene los servicios básicos que determina la normativa del suelo. En consecuencia pedía explícitamente al tribunal que se "obligara" a cambiar el planeamiento. Pero el alegato municipal fue rechazado porque el magistrado entendió que el ayuntamiento no había sido parte en el proceso y no podía forzarlo a cambiar la categoría del suelo en cuestión. Fue entonces cuando Kühn recurrió esta decisión, que también ha sido rechazada por el mismo motivo.