Llama la atención que el ejecutivo se haya sacado de la manga el proyecto de construcción de una nueva estación ferroviaria en sa Pobla mientras en el actual edificio terminal se están ejecutando las obras de vallado y habilitación de tornos para regular el acceso de los viajeros.

Unos trabajos que apenas acaban de empezar y que quedarán obsoletos poco después de su entrada en funcionamiento, ya que la estación dejará de tener funciones ferroviarias cuando se termine la nueva terminal, a principios de 2015. Y en principio se cumplirán los plazos, ya que el próximo año es electoral y existe una necesidad imperiosa de inaugurar nuevos proyectos.

El gerente de SFM, José Ramón Orta, explicó que los trabajos de instalación de tornos y máquinas expendedoras en el edificio actual seguirán adelante y que, una vez inaugurada la nueva estación, la maquinaria será trasladada allí. "Es que cuando se empezó el vallado de la estación todavía no se sabía que habría un nuevo edificio ferroviario en sa Pobla", justificó.

Otra cuestión a tener en cuenta es que la ubicación de la futura estación no se ha diseñado pensando en una hipotética ampliación del servicio hasta Alcúdia. Por si alguien no lo tenía claro, Bauzá zanjó que no es una obra prioritaria.