El nuevo plan turístico de Petra, además de poner sobre el papel los pros y contras de un municipio sin mar y la creación de una página web para su promoción, guarda además y proyecto estrella: unir a todos los productores locales para que vendan sus alimentos y manufacturas en un mismo espacio, debidamente publicitado junto al museo dedicado a Juníper Serra, que abriría así por primera vez, sus puertas de forma regular cobrando una entrada simbólica.

El plan es el siguiente: el Ayuntamiento ya ha contactado con los productores, que se han puesto de acuerdo en el lugar, Ca n´Horracha (entre el espacio museístico y la casa del franciscano), y en el precio que todos pagarían mensualmente para poder sufragar los costes de los dos trabajadores que se necesitarían. 200 euros cada treinta días para una persona que se encargaría de atender a los compradores que se acercaran al espacio, que a su vez haría las funciones de oficina de información; y otro empleado que saldría al encuentro de los turistas que pasaran por Petra, ofreciendo además, un servicio de visitas guiadas, preferiblemente en sábado.

Incluso se ha estudiado la posibilidad de crear un pack que incluyera una serie de productos, como vino, queso o miel, junto con el recorrido por los principales enclaves históricos del pueblo, al precio de diez euros, que permitiría, a su vez, la entrada libre al museo del Pare Serra, y la explicación de la fundación de las misiones californianas que con el tiempo se transformarían en ciudades tan importantes como Los Ángeles o San Francisco.

Museo intermitente

El espacio dedicado a la figura más internacional de Petra no abre de forma regular (nunca lo ha hecho desde 1962), solo puntualmente para visitas esporádicas o para personalidades importantes. En la puerta hay un número de teléfono para solicitar el acceso, tras el cual, si éste ha sido posible, se ofrece la voluntad a su cuidadora. La voluntad tanto de los empresarios como del consistorio petrer, es que el museo quede abierto de forma continuada, con una planificación clara y una estructura moderna.

Dentro del proyecto se evalúa la posibilidad de cobrar una entrada simbólica de un euro para el mantenimiento del edificio, del cual el 20% iría a parar al Ayuntamiento y el 80% a la asociación Amics del Pare Serra, que dirige Tummy Bestard y a quien pertenece el inmueble. Y aquí es donde está, a día de hoy, el problema. Los Amics no han contestado aún a la propuesta municipal, y si bien en un principio se mostraron abiertos al consenso, parece ahora que están temerosos por el cariz comercial del ambicioso proyecto.

La alcaldesa de Petra, Catalina Mas, apunta que "se trata de una oportunidad única para darnos a conocer e impulsar de una vez, tanto el museo como el tejido comercial". Mas señala, que de no haber un acuerdo con los Amics del Pare Serra, se buscará otro local algo más alejado.