Varios comercios afectados por el cambio de nombres de 21 placas alusivas al franquismo, se han quejado por las incomodidades que tienen que soportar. Aunque no ha sido por el hecho de que el ayuntamiento de Manacor haya cumplido con la Ley de Memoria Histórica, sino porque las nuevas direcciones aún no salen en el buscador de mapas de Google, lo que dificulta a los diferentes repartidores y comerciales de las empresas que requieren sus servicios para poder encontrar los establecimientos con agilidad.

La regidora de Cultura, Francisca Rufiandis, pese a reconocer las dificultades, se muestra "muy satisfecha con el cambio de placas y con la respuesta ciudadana. La gente ha reaccionado bien y no he recibido ninguna queja".

Hace unos días la brigada municipal acabó de cambiar el último nombre franquista, el de la calle Antoni Pascual, que a partir de ahora pasa a llamarse de la Sínia dels Frares. Tras las Fires i Festes de Primavera, está prevista que la ponencia municipal vuelva a reunirse con el fin de poner nombre a todas aquellas vías que aún no disponen de él por ser de reciente construcción.

Asimismo, a instancias de Esquerra Republicana y de cara a los presupuestos del año que viene, Rufiandis anunció que se quiere reservar una partida para intentar cambiar o mejorar alguna de las placas, evitando las metálicas para lugares emblemáticos o históricos como sería el caso de la plaza de sa Rectoria.