Los vecinos de Badies de Llucmajor siguen sin rendirse. En los últimos días han vuelto a pedir al Ayuntamiento que les ayude para alejar de la zona urbana las antenas de telefonía móvil instaladas en edificios del centro de la urbanización. Desde hace tiempo sospechan que sus radiaciones, podrían estar detrás de lo que consideran un aumento de los números de cáncer detectados entre diversos vecinos de calles cercanas. Aunque el alcalde Joan Jaume se muestra comprensivo, no cree que puedan obligar a las compañías a desmontar las antenas: "Es un tema que no depende del consistorio; no tenemos las competencias para prohibirlas. Lo que sí que puedo hacer es volverles a insistir para que por favor las trasladen fuera del núcleo". Jaume también recuerda que "las empresas consideran que donde están en el lugar idóneo para garantizar la cobertura.