La reciente denuncia planteada por unos vecinos de El Toro, que se quejaban de que la pequeña cala de la localidad lleva cerrada desde agosto de 2013 por riesgo de desprendimiento sin que se haya reestablecido aún el acceso, ha puesto de relieve una situación en la que se encuentran desde hace años otros puntos del municipio de Calvià.

En algunos casos, estos ejemplos de costa clausurada se encuentran en parajes verdaderamente idílicos, poco frecuentes en un municipio con tendencia al abigarramiento urbanístico, como la zona de rocas situada enfrente de las Islas Malgrats (Santa Ponça).

Hasta la década de los noventa, existía un acceso al mar a través del denominado mirador de las Malgrats, que ofrece una panorámica inigualable de este tramo de la costa. El acceso se hacía a través de una escalera de uso público, que solían emplear, sobre todo, vecinos de Santa Ponça, ya que no es una zona muy frecuentada por los turistas.

El paso fue accesible hasta la década de los noventa cuando se produjo un accidente mortal. Una chica murió por el desprendimiento de una roca. A partir de ese momento, se restringió el acceso, que aparece hoy en día flanqueado por un muro con barandilla.

Ningún cartel informa de la restricción. La escalera sigue ahí, pero presenta un importante estado de deterioro que desalienta a cualquiera que quiera bajar a la costa, que en este punto queda ahora para disfrute exclusivo de las casas con acceso directo al lugar.

Una situación parecida se da en la escarpada costa coronada por infinidad de construcciones que va desde el chiringuito de la urbanización Costa de la Calma a Peguera. En concreto, en la calle Bellavista, hay un mirador con vistas panorámicas que hacen honor al nombre de la vía.

Si se mira hacia abajo, aparecen pequeñas calas. Y, si uno se asoma al mirador, se ve también una escalera que conduce a la zona de baño. Como en el anterior ejemplo, presenta un deficiente estado de conservación y el paso está restringido por el muro del mirador. Tampoco se informa en ningún sitio de que ahí existe un posible acceso.

Motivos de seguridad

Fuentes municipales explican que, en este tipo de casos, es Costas el organismo que decide el cierre de los pasos por razones de seguridad. La falta de presión ciudadana, aseguran, hace el resto y la clausura costera se consagra como realidad definitiva.

En otras ocasiones, la clausura de la costa no afecta a zonas apartadas y con poca presencia de bañistas. Hace unos meses, hubo vecinos de Magaluf que protestaron por el cierre de una pequeña calle de acceso desde la avenida Notari Alemany a la céntrica playa de esta localidad turística, a la altura de un conocido beach club. El caso más reciente es el de la calita de El Toro. Se cerró en agosto de 2013 por el riesgo de desprendimientos en el talud que flanquea el paso. Pasado este tiempo sin que se haya reabierto, ha habido vecinos que han presentado instancias recordando que la Ley de Costas establece la obligatoriedad de habilitar un acceso alternativo