Raixa abre hoy sus puertas tras varios años de obras convertida en centro de interpretación de la Serra de Tramuntana y con su elemento más característico, los jardines, restaurados. Será "otra inauguración" de la emblemática finca de Bunyola, que desde que en 2001 fue adquirida por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y el Consell de Mallorca ha vivido ya varias "aperturas oficiales".

Hace trece años, Jaume Matas, entonces ministro de Medio Ambiente, y Maria Antònia Munar, presidenta del Consell desembolsaron más de 8,4 millones de euros (6 el Ministerio y 2,5 el Consell) para adquirir la que es una de las possessions más emblemáticas de la isla, que a punto estuvo de pasar a manos de la diseñadora alemana Jil Sander, que se había comprometido a restaurar la finca y a legarla a las instituciones públicas cuando ella falleciese. A pesar de eso, Consell y Gobierno ejercieron su derecho de tanteo y retracto y la adquirieron.

A esa cantidad inicial, hay que sumar muchas otras inversiones realizadas hasta la fecha, empezando por la restauración de las casas, la primera gran obra que se emprendió en el año 2002, hasta la última: la restauración de los jardines y sus elementos arquitectónicos -como la famosa escalinata- y la creación del centro de interpretación de la possessió y de la Serra de Tramuntana convertida en Patrimonio Mundial de la UNESCO, cuyos resultados podrán verse a partir de hoy. A esta ingente inversión pública, hay que sumar también los gastos de mantenimiento y personal durante estos años. En el año 2012, el Consell cifró en 4,7 millones el proyecto de museo y de restauración de los jardines, y en más de 25 millones de euros la cantidad total invertida en Raixa hasta la fecha.

Tras la polémica restauración de las casas llevada a cabo entre los años 2002 y 2007, la primera "apertura de puertas" oficial de la finca se produjo el 5 de septiembre de 2009. El Consell la convirtió en el acto central de la Diada de Mallorca de ese año. La finca pudo visitarse unos cuantos meses, hasta que fue cerrada de nuevo.

También los usos de Raixa han ido variando desde que la finca fue adquirida. En un primer momento se dijo que sería la sede de la Fundación Parques Nacionales, mientras que el Consell organizaría actividades culturales en ella. La victoria del PSOE en las elecciones generales de 2004 trastocó los planes iniciales. La Fundación Parques Nacionales regresó a Madrid y en 2006 se anunció que sería la sede del Observatorio Euromediterráneo previsto en el proyecto de la Alianza de Civilizaciones que impulsaba el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero, además de albergar una de las sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Paralelamente a las obras, en 2006 las gestiones administrativas culminaban con la entrada del Ayuntamiento de Bunyola y la UIB en los órganos de gestión de la finca, aunque el uso que se daría a Raixa, que en 2003 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), seguía siendo una incógnita. En 2010, el Consell asumió en exclusiva la gestión de la possessió, aunque la Fundación Biodiversidad continúa aportando 200.000 euros anuales para su mantenimiento. La institución insular trabajaba entonces en el Plan de Usos con la mirada puesta en la declaración de la Serra como Patrimonio de la UNESCO, lo que ha favorecido que la finca tenga al fin un uso definido como centro de interpretación y "puerta de entrada" al espacio natural, además de abrir la puerta al alquiler y la explotación comercial de la possessió.