Dos jóvenes restauradoras de Son Servera, Margalida Massanet y Cecía Servera, ya están en marcha. El reto es recuperar parte del patrimonio artístico que alberga la azotea de la iglesia parroquial de Sant Joan, después de que allí se depositaran (y aún permanecen) numerosas obras durante la reforma del templo en 1968. La restauración, que tiene un coste total de 37.000 euros, se ha iniciado con la intervención en la talla barroca de Sant Josep y unas pinturas que también forman parte del retablo.

Está previsto que para el próximo 19 de marzo, festividad de San José, la imagen esté totalmente restaurada y ya pueda ser visitada por los vecinos; mientras que la mejora de las pintura se deja para la parte final de los trabajos, durante la última semana del mes. Aunque cualquiera puede admirar ya las labores de puesta a punto, los jueves de 17 a 18 horas y los viernes de 11 a 14. No solo para apreciar el avance de las obras de restauración, sino también, para informarse sobre el proyecto o colaborar con el mismo.

El consistorio serverí, a través de la concejalía de Patrimonio, aporta 3.000 euros para empezar, aunque se espera que la gente interesada colabore en la medida de sus posibilidades.

"La idea de restaurar la imagen de Sant Josep nació a raiz de leer un libro sobre el patrimonio artístico de Son Servera y descubrir muchas piezas que desconocía", explica Margalida Massanet, "desde ese momento decidimos que no podía permanecer más tiempo oculto y abandonado, por lo que era necesario restaurarlo ya que se encuentra en un estado precario". "Así decidimos presentar un primer proyecto para recuperar el retablo, al considerarlo una de la piezas con más calidad artística. Se lo propusimos al Ayuntamiento y a la Parroquia". Al ser una obra grande, el consistorio decidió colaborar en parte.

"Ahora restauramos la figura principal del retablo y una de las pinturas que se encuentra en la base, la denominada predela". Se trata de un retablo barroco fechado por documentos eclesiásticos de principios del siglo XVIII. Durante la restauración ha salido a la luz la fecha original escrita: 28 de julio de 1722.

El proceso ha sido laborioso: "primero determinamos la composición de la talla y materiales empleados, para, seguidamente determinar el tipo de degradación que sufre y realizar la propuesta de intervención", añade Servera. Principalmente sobre la caída de la capa pictórica. Antiguamente para darle un poco de brillo y recuperar el color dorado de la imagen le dieron un embarnizado, que pensamos se trata de goma laca".

El problema será continuar: "a partir de aquí abrimos una puerta a la gente que quiera colaborar mediante donativos o colaboraciones. Hemos abierto un blog, donde se detalla todo el proyecto y proceso de restauración: santjosepsonservera.blogspot.com.