­­—¿Cuáles considera que son las condiciones mínimas para llegar a ser un buen músico?

—Han de tener unas condiciones innatas que no sabes de donde te vienen para hacer aquello. Es lo mismo que incluso deportivamente. Si a uno no le gusta y no disfruta de sudar jugando a fútbol, ¿por qué razón ha de querer ser una referencia de primera, segunda o tercera división? Ha de haber unos valores intrínsecos al individuo que puedan conseguir con esfuerzo, es lo que ha hecho en Rafel, con dedicación, entrega, renuncia a otras cosas que estorban... Si no tiene todo esto en lugar de subir una escalera de veinte escalones solo subirá ocho.

—¿Y cuál es el secreto de los Nadal para triunfar en el deporte?

—No lo sé, hay muchas cosas raras en la vida y no sabes por qué son. Tienen algo que no es corriente. Miquel Àngel sudó la camiseta con el Mallorca, no le vi perderse un entrenamiento nunca, a veces pedía a Cruyff, ya en el Barcelona, si le autorizaba quedar media hora porque él entrenaría más que los otros. En Rafel es una excepción en todo esto. Y Miquel Àngel tiene a su niño, llamado también Miquel Àngel, de 17 años, que tiene la misma estructura física que su padre, podría ser un jugador de primera si hiciera lo que hizo su padre, pero de cuatro entrenamientos falla al menos dos, y alguna vez los cuatro...

—Usted es el abuelo famoso. ¿Y su mujer como se llama?

—Bel Homar Sureda. Hace ya unos años celebramos en Porto Cristo las bodas de oro.

—Además de los múltiples reconocimientos institucionales, a buen seguro que habrá recibido algunas invitaciones especiales.

—Pues sí, una reciente del alcalde de El Toboso. Me envió una carta invitándome a la casa-museo Dulcinea. Le respondo con un libro de El Quijote en mallorquín.