Al grito de Salvemos el Oratorio, casi un centenar de vecinos de Portals Nous (Calvià) se manifestó ayer en contra del proyecto urbanístico anunciado en estos terrenos que son propiedad de la Iglesia. Representantes vecinales explicaron durante el acto que ya han presentado alegaciones contra este plan, que contempla un nuevo restaurante en una zona arbolada y una ampliación de un vial de acceso.

La concentración comenzó a la una de la tarde en la calle Blanes de la localidad, colindante a los terrenos del Oratori, que son ahora objeto de reordenación. Desde allí, los participantes se dirigieron hacia la zona verde situada en la parte inferior de la parroquia, en línea prácticamente con el acantilado, donde se proyecta el restaurante.

Entre las pancartas se podían leer consignas como Protejamos el entorno, No más destrucción en la costa o No nos quiten el bosquecillo de Portals. La zona constituye un balcón natural al Mediterráneo, que es frecuentado por turistas y residentes en el núcleo para pasear o para dirigirse a la playa situada al lado del puerto. La protesta concluyó en los aledaños de la ermita, donde los vecinos corearon la proclama de Salvemos el Oratorio.

Durante toda la mañana, se recogieron firmas entre los residentes para oponerse al plan previsto. El texto que acompañaba a las firmas, que se remitirán al ayuntamiento de Calvià, habla de la necesidad de "evitar un impacto paisajístico negativo".

Al término de la protesta, la comunidad de propietarios del edificio Dos Playas comunicó que ha presentado alegaciones al proyecto presentado por la parroquia, cuyo rector es Pep Toni Guardiola. En el escrito registrado en el Consistorio, se argumenta que el proyecto básico omite el aparcamiento y la vivienda existentes, lo que tiene su trascendencia para computar la superficie construida y, en consecuencia, para determinar si se cumplen los parámetros urbanísticos. Alegan además que el "uso que se pretende es comercial, al tratarse de un restaurante de nueva planta, que nada tiene que ver y es absolutamente ajeno al uso religioso que el actual planeamiento impone en la parcela".

Tras argumentar que la actual saturación de la Calle Blanes se agravaría con la construcción del restaurante y que se deterioría el entorno del lugar, estos vecinos solicitan al alcalde Manu Onieva (PP) que informe desfavorablemente acerca del proyecto presentado.