El instituto de Marratxí, juntamente con el de Bendinat, son los dos únicos centros de secundaria de Mallorca adheridos al proyecto Comenius, consistente en el intercambio de alumnos con centros escolares de otros países europeos. Se trata de una iniciativa similar al Erasmus, pero destinada a estudiantes mas jóvenes.

Actualmente, en el centro escolar de Marratxí estudian tres alumnos franceses de la localidad de Mouthe, concretamente del centro escolar College de la Source, que residen en domicilios de familias de acogida.

Los tres estudiantes galos tienen catorce años de edad y sus nombres son Nathan, Lolita y Jaimie. Coinciden en que es una experiencia enriquecedora, ya que les ha permitido mejorar su castellano, al mismo tiempo que han aprendido el idioma catalán, el cual ya entienden perfectamente.

Otra de las cosas que les ha llamado la atención en relación a su país es el trato entre profesores y alumnos, "mucho más familiar"en nuestro país que en el suyo, donde están obligados a tratar de usted a los maestros, con el señor o señora por delante, mientras que "aquí les pueden llamar por su nombre, haciendo que la relación alumno-profesor sea mucho más distendida".

Otra de las diferencias que han encontrado es que durante la clase pueden hablar con el compañero para comentar algún aspecto de la misma, cosa que no ocurre en su país.

Natham, el único varón, asegura que ha hecho "muchas amistades" en Mallorca y que se ha encontrado como en su casa. Cree que deja aquí una segunda familia y lamenta tener que dejarlos.

Por su parte, los mallorquines Joan Serra y Miquel Pascual, que ya han regresado de su estancia en Francia, explican la diferencia de vida entre ambos países. Apuntan que "allí lo normal es acostarse a las ocho y media o nueve de la noche, como muy tarde" y que "los sábados son para salir, mientras que los domingos se dedican a descansar". Igualmente, manifiesta que es un experiencia "más que enriquecedora", ya que durante el tiempo que estuvieron en el país vecino aprendieron el francés "muy rápidamente".

El profesor Xisco Riera, por su parte, explica que este programa viene dotado con fondos europeos y que cada alumno recibe una pequeña paga de unos cien euros mensuales para los gastos del material escolar. Riera añade que la diferencia con el programa Erasmus reside en que en el Comenius los niños "están mucho más integrados ya que cursan tercero de ESO o segundo de bachiller y deben estar en una casa de acogida", mientras que el programa Erasmus "es para universitarios". Igualmente, explica que los niños deben asistir a una sesión formativa en Madrid.

Este año los alumnos que han recibido del centro escolar de Francia han sido tres niños y dos niñas, los cuales están en Mallorca durante la primera y segunda evaluación. Tanto el profesor como los niños que ya han efectuado el intercambio, como los tres que ahora lo realizarán, coinciden en calificar como "muy positiva" la experiencia educativa.