"Iba sin mangas, aún en la escuela", así definía el párroco de Alaró en 1936 el comportamiento de una de las maestras del colegio, Antonia Calleja, en su informe dirigido al tribunal de depuración de docentes. A continuación, el sacerdote aclaraba por si acaso, que esta información la sabía por comentarios que había escuchado, ya que la investigada "no tuvo la dignidad de venir a verme antes del Movimiento Salvador".

El caso de esta maestra es uno de los más de 150 expedientes abiertos durante la Guerra Civil y la posguerra en Balears y que derivaron en penalizaciones, separación de sus funciones o castigos para los profesores considerados ´peligrosos´ por el régimen franquista.

Este capítulo de la historia será revisado y analizado este fin de semana en Alaró durante la novena edición de las jornadas de Memoria Histórica.

Hoy se celebra una mesa redonda sobre la depuración de docentes, y mañana -a las 12,30 horas- un homenaje a las víctimas en el cementerio con la intervención de la maestra Xus Bibiloni, miembro de la Assemblea de Docents y familiar de uno de los alaroners asesinados en 1936.

El tío abuelo de Xus Bibiloni fue Joan Simonet Riera, nacido en Alaró, de profesión modelista de calzado y miembro de las agrupaciones obreras del pueblo.

Simonet vivía en Palma cuando fue detenido y asesinado. El suyo es uno de los 20 nombres que aparecen reflejados en la placa que el grupo de Memoria Histórica de Alaró instaló en el cementerio el año 2005.

Además de este caso, la familia de Xus padeció la represión en otro miembro, su abuelo Llorenç Antich, de Algaida, también asesinado.

Comunicación

El acto de hoy sábado se celebrará en el casal de Son Tugores a partir de las 12,30 horas y consistirá en una charla sobre la persecución que padeció el mundo de la educación durante los primeros años de dictadura. Participarán la periodista Joana Maria Roque, el historiador y docente Manel Santana, y el profesor Martí Canyelles.

La mesa redonda se llevará a cabo en la sala de la exposición ´Terra Ignota´ de la artista Natxa Pomar, un montaje dedicado a las fosas comunes que pueblan Mallorca y que siguen intactas casi 80 años después de haberse creado.

Numerosos investigadores de este periodo histórico señalan que el colectivo profesional más afectado por la represión franquista fue el de los docentes, y en Mallorca, desde el primer día, los maestros y otras personas vinculadas con la enseñanza fueron el objetivo de los nuevos mandos.

Detenciones

Muchos estaban incluidos en las listas negras que se ya se habían elaborado en cada municipio, por lo que no es de extrañar que a las pocas horas del golpe de Estado ya hubiera las primeras detenciones y ejecuciones de profesores y profesoras.

La represión afectó a todos los docentes y en las islas llegaron a pasar por la Comisión Depuradora el veinticinco por ciento de los profesionales de este colectivo. Algunos recibieron como castigo la retirada de empleo y sueldo y la prohibición de ejercer en otros lugares. En otros casos fueron destinados a otro pueblo de Mallorca o incluso de las otras islas o de la península.

Se penaba cualquier contacto con partidos políticos o sindicatos, pero también se analizaba su vestimenta -sobre todo en el caso de mujeres a las que el régimen exigía aún mayor honorabilidad que a los hombres-, sus amistades o sus relaciones con las parroquias más cercanas.