­La festividad de Santa Maria la Mayor, copatrona oficiosa de Inca, se vivió con sabor de fiesta grande, cargada de tradición y como una avanzadilla del Dijous Bo. De hecho es el día en que se pronuncia el pregón, este año a cargo del fraile franciscano Pere Ribot.

El día amaneció ayer amenazante y hacía presagiar que sería una jornada deslucida. Sin embargo, el viento amainó y permitió celebrar con lucidez los actos más tradicionales de la jornada.

El desfile de los cavallets y cossiers, precedidos por la Colla de Xeremiers els Llargos, de Sencelles, abrió la jornada acompañando a las autoridades a misa. El oficio mayor fue presidido por el sacerdote inquense Pere Fiol i Tornila, rector de Muro.

Mientras, en la plaza de la Llibertat se congregaban 21 gigantes de nueve municipios para participar en el encuentro anual. Desfilaron por el centro de la ciudad y esperaron a las autoridades a la salida de misa.

La Sociedad Colombófila Inquense puso el punto de vistosidad con su tradicional suelta de palomas a las puertas de la iglesia. Más de 400 aves emprendieron el vuelo al unísono provocando una salva de aplausos.

El dato

Maria Salom presidió los actos oficiales

El alcalde de Inca, Rafel Torres, delegó ayer la presidencia de los actos oficiales en la presidenta del Consell, la inquense Maria Salom, que acudió a la ciudad para asistir los actos previos al Dijous Bo. Salom desfiló con las autoridades municipales camino del oficio mayor.

La presidenta anunció y excusó su ausencia del Dijous Bo debido a la coincidencia de que ese día se celebra pleno ordinario en el Consell de Mallorca. No obstante, matizó que "se trabajará en beneficio de Inca puesto que está previsto que se debata, y apruebe, un compromiso de aportar 60.000 euros durante diez años para rehabilitar el Teatre Principal". La semana grande continúa hoy con la XLIII edición del concurso ornitológico y la exposición filatélica dedicada a Fray Mariano Payeras, hijo ilustre de Inca.