La comisión informativa celebrada ayer en el ayuntamiento de Pollença acordó una reducción media de la tasa de residuos del 0,6 por ciento en todas las actividades económicas, aunque en el caso de las viviendas y los pequeños comercios la bajada de la tasa alcanzará el 2,3 por ciento.

Por contra, las grandes superficies ubicadas en el municipio con una extensión superior a los 200 metros cuadrados deberán pagar hasta un 53 por ciento más por la tasa. No así en los grandes comercios que no superen los 200 metros, que también se beneficiarán de una rebaja del 0,4 por ciento por el mismo concepto.

La modificación de la ordenanza reguladora de la tasa por el servicio de recogida domiciliaria y tratamiento de basuras y residuos será debatida en un pleno extraordinario previsto para hoy a mediodía en Pollença.

El equipo de gobierno ´pollencí´, integrado por el PP, un edil de la Lliga y otros dos de Convergència, justifica esta reducción en la tasa en el "superávit" económico que la institución municipal ha conseguido en el último año. "Por ello, hemos decidido bajar la presión fiscal a los comercios en general y a las viviendas unifamiliares en particular", apuntó ayer el alcalde Tomeu Cifre (PP).

Los menores ingresos que, a partir del próximo año, recibirán las arcas municipales como consecuencia de la reducción de la citada tasa motivarán que el Ayuntamiento asuma un coste de 300.000 euros, según el edil de Hacienda, David Alonso. Así, el Ayuntamiento recaudará el próximo año 3,2 millones de euros por este concepto y no los 3,5 millones de euros que, según la institución municipal, cuesta la gestión del servicio.

Inspección sobre el reciclaje

Otra modificación importante que se aplicará a la ordenanza prevé una serie de bonificaciones para los ciudadanos que acrediten buenas prácticas en la separación de los residuos según su origen. Tal y como ya han aprobado otros municipios de la isla (el último de ellos, Santa Margalida), el Ayuntamiento implantará la llamada Inspección Técnica de Residuos con el fin de comprobar en los propios domicilios que previamente se hayan inscrito a la campaña si el reciclaje se realiza de forma correcta. En las actividades económicas, el descuento podrá alcanzar el 55 por ciento, mientras que los particulares podrían llegar a pagar hasta un 88 por ciento menos por la tasa de residuos.

Por otra parte, los residentes que acrediten que conviven con alguna persona con un grado de minusvalidez igual o superior al 33 por ciento también podrán disfrutar de una bonificación del 25 por ciento en el pago de esta tasa.

Residuos mejor separados

El Ayuntamiento ha constatado en los últimos tiempos una mejora en la práctica del reciclaje por parte de los ciudadanos, alcanzando la cifra de 1.700 toneladas de residuos separados en función de su origen, lo que ha permitido un ahorro de 106.000 euros al Ayuntamiento. "Este hecho ha permitido que por cada una de las viviendas del municipio dejen de pagarse casi siete euros en el recibo, que será de 139 euros; lo que pagan los vecinos está 40 euros por debajo del coste del servicio", asegura la institución.