­La entidad Incaviva, una de las que trabajan en Inca para paliar los efectos d de la pobreza, destacó ayer que atiende mensualmente a unas 50 familias en demanda de alimentos. Fanny Blasco, presidenta de la entidad, sostiene que "algunos meses el número baja hasta 30 pero aun así sigue siendo alto".

Lo más preocupante, según los datos de la entidad es que un 40% de las familias que demandan ayuda no tienen ningún tipo de ingreso. Blasco explica que "el resto no es que esté mucho mejor; se trata de familias que tienen un pequeño ingreso pero algún menor a su cargo".

Estos datos fueron aportados ayer por la presidenta de Incaviva durante la presentación de una nueva y original campaña. Desde esta semana se ha solicitado la colaboración de pequeños comercios de víveres y especialmente de los puestos del mercado de abastos para recaudar dinero que se gastará en los mismos comercios.

Se trata de pedir un euro extra a los clientes en cada compra. Ese dinero se depositará en una hucha precintada en el establecimiento. Antes de Navidad, la entidad recogerá lo recaudado y lo gastará comprando comida en el establecimiento en cuestión para repartirla entre los necesitados.

El alcalde de la ciudad, Rafel Torres, quiso apoyar esta iniciativa ayer con su presencia en la presentación a los mercaderes.

Fanny Blasco, sostiene que "en la provisión de alimentos se está trabajando codo con codo con el comedor social de Càritas. De echo todo lo que recaudamos de más se lo cedemos".

Blasco apunta además que desde hace unos meses se está consiguiendo trabajo para una media de tres personas al mes. "Tenemos varios talleres de formación y estamos logrando colocar a personas para que puedan reiniciar su vida. Trabajamos en el campo d de la agricultura, carpintería, costura y manualidades y preparando para el servicio domestico o a ancianos".