Este habitáculo del cementerio se ha adecuado de tal forma que se ha construido unas estanterías de madera, con la medida exacta para que pueda colocarse la placa de cerámica con la imagen del difunto. A todos se les trata igual. Todas las imágenes son de la misma medida y no se hacen distinciones entre ricos y pobres.

Otros ayuntamientos de Mallorca intentan ahora copiar la idea que ha tenido el consistorio de Llubí, que pretende que en este museo del cementerio aparezcan las imágenes de los vecinos que han fallecido, al menos, en los últimos 50 años.

La persona que se encargó de continuar la tradición de ir recogiendo las fotos de estas personas que han ido muriendo en el pueblo de Llubí mostró su satisfacción en que, con esta iniciativa, se evita la pérdida de este material histórico.