Con motivo de las fiestas patronales de la localidad, el pasado domingo se inauguró el nuevo espacio público junto al campanario de la Parroquia que recupera el estado original del recinto.

La historia de esta recuperación se inició en el año 1999, cuando se elaboró el primer catálogo del patrimonio del pueblo, siendo sus redactores Joana Maria Garcias y Santa Amengual, los cuales en la ficha correspondiente a la iglesia parroquial reseñaron que existían edificaciones adosadas sin ningún interés y recomendaban su eliminación.

El Consistorio, con la intención de recuperar el aspecto y el protagonismo del campanario, solicitó en septiembre de 2010 la cesión por parte del Obispado al pueblo 28,50 metros cuadrados, ocupados por estas edificaciones que antiguamente servían para guardar carruajes y hoy en día no tenían ninguna utilidad. En el mes de febrero del año 2011, se firmó el convenio de cesión. Las obras se han realizado durante los meses de junio y julio y han dado trabajo a tres personas de la localidad en situación de paro. Han tenido un coste de 10.000 euros.

Los trabajos han consistido en la eliminación de una pared que impedía la visión del mismo, así como de una porchada que era utilizada como entrada de carruajes. El alcalde Guillem Crespí, acompañado por todo el consistorio, inauguró el nuevo espacio, que aunque reducido da una nueva visión del campanario, el cual ha quedado a la vista en su totalidad para los vecinos. Igualmente, se inauguró una nueva iluminación vertical que daba una nueva imagen del campanario.

La fiesta finalizó con la colaboración de las Mestreses de Cases, con una degustación de coques realizadas por la asociación, y que este año se sirvieron a los pies del campanario.