Las emisiones radioeléctricas de las antenas de telefonía situadas en el centro de Son Ferrer (Calvià), en el centro de la polémica desde que un grupo de vecinos denunció la proliferación de casos de cáncer en los alrededores, se sitúan dentro de la normalidad. Así lo ha constatado un informe de la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones de Balears, dependiente del ministerio de Industria, Energía y Turismo.

A raíz de una solicitud efectuada por el ayuntamiento de Calvià después de recibir quejas vecinales, este organismo efectuó mediciones en los dispositivos instalados en las calles Cóndor y Gall Salvatge. El informe concluye que esas antenas "cumplen las condiciones" que marca el reglamento de protección del dominio público radioeléctrico y de medidas de protección sanitaria frente a emisiones radioeléctricas. Además, ayer por la mañana, un técnico de la conselleria de Medio Ambiente efectuó análisis de los niveles de emisión.

A falta de los resultados oficiales definitivos, los primeros datos descartarían también cualquier tipo de anomalía, según explicaron ayer desde el Ayuntamiento. Una delegación formada por la regidora popular Carmen Morano, el alto cargo municipal Miguel Cañellas y el técnico Eduardo Cózar estuvo presente durante las mediciones.

El pasado mes, un grupo de vecinos de de la localidad de Son Ferrer registró en el Consistorio 1.363 firmas, pidiendo la realización de un estudio sobre los efectos que tienen estas emisiones sobre la salud.