El tren llegó a sa Pobla solo tres años después de la inauguración de la línea Palma-Inca. La posibilidad de que el servicio llegara creó una gran expectación y tanto el Ayuntamiento como algunos particulares lucharon para que el proyecto saliera adelante.

El principal artífice de ello fue el ´pobler´ Miquel Socias, quien en una sola noche consiguió junto a unos cuantos amigos el dinero necesario para hacerse con el cupón de acciones que la Compañía de Ferrocarriles de Mallorca exigía para que empezaran las obras.

Asimismo, el Consistorio ´pobler´ dio todo tipo de facilidades a la empresa. Puso a su disposición la gravera del Carnatge y construyó una pared junto al camino de la Albufera que cercaba los terrenos de la estación. m. serra sa pobla