El independiente Antoni Reus Darder, integrado en Suma pel Canvi, fue elegido ayer nuevo alcalde de Santa Margalida con la voluntad de continuar el "cambio" iniciado en 2011 por su predecesor, el socialista Miquel Cifre, al frente del Ayuntamiento, por lo que se comprometió a llevar a cabo una política continuista "marcada por la transparencia y el fomento de la participación ciudadana", además de la "defensa de la lengua y la cultura y el patrimonio histórico y cultural", con la "austeridad" por bandera.

En una sala de plenos que se quedó pequeña por la elevada asistencia de ciudadanos, Reus, que inició su vida política en 2003, cuando entró como edil del PSM, fue elegido con los seis votos de los miembros de su coalición. El resto de grupos políticos votó a sus respectivos portavoces como candidatos a la alcaldía. Ante la ausencia de mayoría absoluta en la elección del nuevo alcalde, Reus resultó elegido por su condición de candidato de la lista más votada en las pasadas elecciones.

En su discurso de investidura, el nuevo edil independiente trazó las principales líneas de su hoja de ruta y anunció que uno de los "retos" más urgentes es la obtención de un solar en Can Picafort para la construcción de la deseada escuela. También tuvo palabras de denuncia hacia el gobierno central, que con normativas como la Ley de Estabilidad Presupuestaria imposibilita inversiones y políticas de fomento de ocupación a los ayuntamientos que "han hecho los deberes y han conseguido superávit como el de Santa Margalida". En referencia a su carácter tímido, Reus admitió que no es "el más hablador de Mallorca", pero se puso a disposición de los ´margalidans´ para "tratar de resolver los problemas que planteen".

Intervención de los portavoces

Antes del discurso del nuevo alcalde, los diferentes portavoces felicitaron a Reus y le desearon suerte en su nueva etapa. Joan Monjo, portavoz de CxI, partido que gobierna junto a Suma pel Canvi, recordó que "nadie tiene la mayoría absoluta" en el Ayuntamiento, pero se comprometió a "apoyar" a la coalición más votada "hasta final de legislatura".

Jaume Malberti, de Can Picafort Unit, también anunció que su grupo "apoyará todas las decisiones beneficiosas para el municipio". "Eres joven y seguro que tienes buenas intenciones", añadió.

Por su parte, Martí Torres, del PP, se mostró muy duro con el equipo de gobierno, al que acusó de "cambiar principios por sillas" cuando pactaron con la Convergència de Joan Monjo (el "alcalde extraoficial que tiene la sartén por el mango") a pesar de que Suma pel Canvi "se llenó la boca diciendo que no pactarían" con este grupo. A su entender, el gobierno local "inspira poca confianza" y se dedica más a "hacer oposición al partido que gobierna en Palma que a presentar proyectos propios". Torres acusó al pacto de "subir impuestos, sueldos y contratar cargos de confianza", una frase que motivó los abucheos de un sector del público.

Por último, la portavoz de Suma pel Canvi, Beatriu Gamundí, replicó al PP que ella pueda estar "orgullosa" de los alcaldes de la coalición (Miquel Cifre y Antoni Reus), "cosa que no puede decir el PP". Gamundí definió al nuevo alcalde como "una persona que escucha a la gente, un hombre sencillo, discreto y muy próximo", además de "honesto, coherente, trabajador y preparado". Para acabar su intervención, dedicó unas ´gloses´ al nuevo edil municipal.