Serveis Ferroviaris ha emprendido un cambio sustancial en la estructura del transporte en tren. Cuando una empresa afronta una reestructuración de esta magnitud debe informar con al menos 15 días de antelación a los usuarios. ¿Qué ha hecho SFM? Nada. Al contrario, un día antes había trabajadores que desconocían cómo les afectarían las reformas.

Los convoyes y las estaciones están dotados de costosos equipos de pantallas y altavoces desde los que ayer se podía advertir a los viajeros sobre las novedades implantadas. ¿Utilizaron estos avanzados sistemas? No. Ayer había pantallas interiores del tren apagadas y altavoces silenciados.

Un buen gestor no es el que tiene ideas brillantes, sino aquel que implica al personal en el logro de los objetivos y tiene al cliente en la cabeza. En Serveis Ferroviaris nada de eso es prioritario. El cliente es un número. El cliente no cuenta.