El ayuntamiento de Llucmajor comienza a exigir seriamente el cumplimiento de la disciplina urbanística. Durante décadas las arcas municipales han ingresado pobres cantidades de dinero por multas de infracción urbanística, en comparación con otros muchos municipios de la isla. Como ejemplo, los dos últimos ejercicios: en 2011 el consistorio llucmajorer recaudó 900 euros, mientras que en 2012 apenas 700. La comparación con Manacor resulta escandalosa. En los dos mismos años el municipio del Llevant ingresó 694.642 y 617.103 euros, respectivamente.

Muchos ciudadanos reconocen que el ayuntamiento de Llucmajor ha dado durante décadas ´barra libre´ para los infractores. Una flagrante ´amnistía-vista gorda´ que parece ser llega a su fin.

Los dos ediles de Més (antiguo PSM), Jaume Tomàs y Miquel À. Serra, tienen su protagonismo en esta nueva actitud tomada por el consistorio dirigido por Joan Jaume (PP). Las reivindicaciones de la formación nacionalista a los conservadores se basan en que "es necesario un mayor control y sentido común por parte del ayuntamiento principalmente por tres razones: en primer lugar por justicia puesto que hay ciudadanos que se preocupan por hacer las cosas bien y no es de recibo que haya gente que ejecute obras al margen de normativas y no haya sanción. En segundo lugar, es importante hacer cumplir la disciplina urbanística por las maltrechas arcas municipales, que acumulan una deuda total gravísima de 55 millones de euros. Y, por último, el consistorio está obligado a cumplir y hacer cumplir la ley ya que de no hacerlo puede incurrir en prevaricación".

Según Tomàs y Serra, "ha habido una evidente dejadez del ayuntamiento de Llucmajor en lo que al cumplimiento de la disciplina urbanística se refiere, sobre todo a nivel de suelo rústico". Según el partido de izquierdas, "los celadores e inspectores hacían su labor y se abrían los correspondientes expedientes, aunque luego no se tramitaban las sanciones". Més insiste en que el consistorio podría y debería intentar cobrar un considerable dinero por casos de obras ilegales que no hayan prescrito, los últimos ocho años.

Curiosamente durante varios años el presupuesto municipal reservó hasta 100.000 euros por infracciones urbanísticas, si bien finalmente se ingresaban pírricas cuantías. Algunas veces el equipo de gobierno señalaba la "falta de personal" como la causante de la muy discreta recaudación. Cabe comentar que Llucmajor es el municipio de Mallorca con más superficie, y suma hasta 18 núcleos de población.

El alcalde reconoce que el ayuntamiento ahora sí se pone las pilas en este asunto y, en consecuencia, en el presupuesto de 2013 hay una previsión "real" de ingresar 150.000 euros. Incluso admite que "seguramente la cifra será mucho más alta pero desde el departamento de intervención no se nos ha dejado poner 500.000 debido a los antecedentes".

Bajón por la crisis

Los números de Manacor demuestran la progresiva evolución de los ingresos por infracciones urbanísticas, así como el bajón de reciente debido en gran parte a la crisis en el sector de la construcción. En 2008 Manacor recaudó 381.909 euros; 2009, 492.657; 2010, 533.528; 2011, 694.642, y 2012, 617.103. La estimación presupuestada de este 2013, 231.756.