­La lluvia, las nubes, la nieve y también el sol están muy relacionados con la montaña del Castell para los habitantes de Alaró. Alzar la vista y buscar el referente del emblemático puig ha sido y sigue siendo el primer gesto de muchos alaroners para a continuación realizar su particular predicción meteorológica, saber si ya ha nevado, o incluso los hay que utilizan el monte y sus sombras como reloj solar. Esta práctica podrá complementarse a partir de ahora con un nuevo servicio que acaban de poner en marcha la Fundació Castell y la Societat d´Observadors Meteorològics de les Illes Balears (SOMIB), y que consiste en la instalación de una estación meteorológica en la cima conectada vía web a la página www.castellalaro.cat para que todo aquel que lo desee pueda conocer al instante el tiempo que se padece, o se disfruta, en lo alto de la montaña. Además, está previsto que próximamente se sume a la instalación una cámara web.

De esta forma el Castell reforzará su papel histórico de punto de referencia y ahora se podrá completar esa observación con datos exactos de temperatura, humedad, fuerza del viento, presión relativa y las precipitaciones acumuladas.

El presidente de la Fundació castell, Mateu Marcús, explica que la iniciativa ha sido de la SOMIB, que se puso en contacto con la fundación mostrando interés en obtener la información meteorológica de este punto. Esta asociación, que tiene como objetivo la promoción de la observación del tiempo atmosférico y la difusión de los datos recopilados, se ha hecho cargo de toda la instalación y su mantenimiento.

La Fundació ha elegido el punto más alto para ubicar el observatorio, por lo que los instrumentos de medida están a una altura de 825 metros. En este lugar se encuentra una caseta de telecomunicaciones sobre la que se han ubicado los medidores. En la misma zona, entre los años 1938 y 1945, funcionó un servicio de escuchas aéreas, conocido como la red de acecho número 25 de Mallorca. Los soldados que ocuparon ese puesto, además de informar de los aviones que sobrevolaban la isla, también transmitían los partes meteorológicos.