Todo indica que habrá cambios en el equipo de gobierno de Pollença, integrado por el PP, dos ediles no adscritos y uno de la Lliga Regionalista. La salida de Malena Estrany y Tomeu Fuster de la formación regionalista con la que había pactado el PP de Tomeu Cifre a principios de legislatura motivará al alcalde a mover ficha, según ha confirmado el propio edil popular, si bien todavía no ha trascendido el alcance de la crisis de gobierno.

Cifre cree inevitable "rehacer" el equipo municipal porque "el pacto se suscribió con la Lliga", formación que se ha quedado con único edil en el seno del gobierno local, una situación "inviable", según el alcalde. Tampoco se descarta la incorporación de los dos ediles de Convergència, formación que se ha unido a la Lliga Regionalista para formar el PI. Vaya lío.

La situación actual del equipo de gobierno no invita a la confianza por los problemas de falta de coordinación que ya han empezado a producirse, y es que parece que el PP y el edil Martí Roca (Lliga) van por un lado y los dos ediles no adscritos van por el otro. El último ejemplo es reciente. Según denuncia el grupo de Alternativa per Pollença, en la última reunión para debatir los presupuestos de 2013, cuya aprobación ya acumula retraso, la delegada de Hacienda, Malena Estrany, presentó una propuesta y el alcalde otra muy distinta, con especial énfasis en las inversiones. Al preguntar Alternativa a Estrany si en la segunda reunión había que hablar del tema de las inversiones, la regidora remitió a la oposición a hablar con el alcalde porque ella no tiene información.