El colectivo Albaïna convocó a los medios de comunicación a una rueda de prensa el pasado 18 de septiembre para denunciar la presencia de una cámara de videovigilancia en el aparcamiento dels Estiradors. Estaba enfocada hacia la máquina de ORA, lo que hizo sospechar que el ayuntamiento estaba detrás. Las conjeturas se incrementaron cuando, tras desconectar la cámara ante la prensa, aparecieron de inmediato una patrulla de la Policía Local, el jefe de Policía y el gerente de la empresa pública Sóller 2010. Todos ellos negaron ser los responsables de la cámara. El alcalde Carlos Simarro también negó haberla colocado. No obstante, dos semanas después reconoció que fue él quien ordenó instalarla. Para aquel entonces, Albaïna ya había cursado sendas denuncias ante el juzgado de Instrucción y la Agencia Española de Protección de Datos.